La crisis de Thomas Cook golpea al turismo
CONMOCIÓN en el sector turístico a nivel global ha provocado la suspensión de pagos del turoperador británico Thomas Cook, uno de los mayores del mundo y el pionero del turismo moderno, fundado en 1871, en plena era victoriana. Son más de 600.000 los turistas afectados por esta quiebra en diversos lugares del mundo, incluida España. Ello ha obligado al Gobierno británico a poner en marcha la mayor repatriación de sus ciudadanos en época de paz para garantizar la vuelta a casa de más de 150.000 personas.
Largos años de mala gestión empresarial en Thomas Cook, cuyos directivos han sido incapaces de hacer frente a la feroz competencia que supone la contratación directa de viajes por internet, errores estratégicos en la compra de varias compañías, la incertidumbre generada por el Brexit, la caída de la libra y un abultado endeudamiento que los bancos se han negado a seguir financiando explican la crisis de esta emblemática compañía.
Atender los problemas generados a los centenares de miles de turistas afectados, que han visto frustradas sus vacaciones, constituye un primer problema que deben resolver las autoridades con celeridad. Pero, a partir de ahí, lo más grave es el impacto económico que la citada quiebra tiene en la propia compañía, cuyos 22.000 trabajadores están condenados al paro, y las consecuencias para la economía de los destinos que recibían turismo británico gestionado por este turoperador.
En España Canarias y Baleares, principalmente, así como Catalunya y Andalucía, son las comunidades autónomas más afectadas por la quiebra del turoperador, tanto por las facturas que los hoteleros se quedarán sin poder cobrar como por el descenso de visitantes británicos que se espera a partir de ahora. Thomas Cook gestionaba cerca de siete millones de turistas anuales hacia España. De ellos, más de cuatro millones hacia Canarias, 1,52 millones a Baleares y unos cien mil a Catalunya. El cierre de las aerolíneas de la compañía –tiene más de doscientos aviones– comportará también problemas de conectividad y eso reducirá todavía más la futura llegada de visitantes si no se arbitran vuelos alternativos. Todo ello supone pérdidas millonarias, que se podrían sumar a un descenso del turismo registrado este año, y tendrá una evidente repercusión en el empleo.
El sector turístico español, el Gobierno y las comunidades autónomas más afectadas deben implementar rápidamente soluciones para compensar el impacto provocado por la cita da quiebra. para hoy está prevista una reunión de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, con los consejeros autonómicos del ramo. De dicha reunión deben salir ya las primeras medidas y estrategias.