La Vanguardia

Pío IX aceptó la Mercè como patrona de Barcelona en 1868

A petición de 70 nobles de Barcelona se desbancó a santa Eulàlia y san Severo, porque el Vaticano quería una sola patrona

- JOSEP PLAYÀ MASET

Pocos meses antes de la revolución gloriosa de 1868, que llevó al exilio a la reina Isabel II y propició el primer sexenio democrátic­o, y en plena crisis económica, el papa Pío IX declaró que la fiesta de la Santísima Virgen María de las Mercedes, que se celebra el 24 de septiembre, fuese la patrona única del obispado y ciudad de Barcelona.

Así consta en un documento que el cardenal Patrizi, prefecto de la congregaci­ón de los Sagrados Ritos, envió al obispo de Barcelona con fecha 27 de febrero de 1868. Y ese manuscrito, en latín, ha sido hallado en el Arxiu Diocesà de Barcelona. Joana Alarcón, codirector­a del centro junto a mossèn Josep M. Martí Bonet, y la archivera Gemma Pallàs explican que el hallazgo aclara dudas sobre la patrona de Barcelona. La citada nota del Vaticano manda que la fiesta se celebre “bajo el rito doble de primera clase, octava y bajo el doble precepto, a saber de oír misa y abstenerse de trabajos serviles”. Lo que traducido al lenguaje popular significa que habrá ocho días de celebració­n, y que el 24 de septiembre será obligatori­o ir a misa y no se podrán hacer trabajos manuales (sí en cambio los intelectua­les).

La petición al Vaticano parte de un grupo de nobles de Barcelona que suscriben una carta para que instituya patrona a la Virgen de la Merced debido a la veneración que existe hacia ella. A la Merced se le atribuye que en una noche de verano de 1218 se le apareció en un sueño al rey Jaime I, a san Pedro Nolasco y a san Ramón Peñafort, pidiéndole­s que fundaran una orden religiosa destinado a rescatar a los prisionero­s cristianos de los sarracenos. El mismo año se fundó la orden de Redentores de Cautivos, que se conoció popularmen­te como los mercedario­s. En 1687 la ciudad de Barcelona sufrió una terrible plaga de langostas y se incendió el convento de la Merced. Los ciudadanos creyeron que aquello era un presagio y el Consell de Cent se comprometi­ó a nombrarla patrona

La congregaci­ón de Sagrados Ritos fijó el doble precepto de oír misa y abstenerse de trabajos “serviles”

de la ciudad si liberaba su población de las langostas. Las langostas se fueron y desde entonces empezó a ser venerada, pero no era la única patrona. Santa Eulàlia (12 de febrero), la chica cristiana martirizad­a por no rechazar la fe durante las persecucio­nes de Dioclecian­o, y san Severo (6 de noviembre), primer obispo mártir de Barcelona, se disputaban también ser el patrón de Barcelona.

La petición en nombre de “la nobleza de Barcelona” fue suscrita por 70 personas, entre ellas los marqueses de Castellbis­bal, Palmerola, Sentment o Alos y otros nombres ilustres como los Senillosa, Sagnier, Milans, Moxó, Caralt, etcétera. Su demanda estaba relacionad­a con un decreto papal de 1867 sobre reducción de días festivos, de tal modo que a partir de entonces sólo se permitía venerar a un único patrón.

La petición de los nobles, que actuaban a modo de lobby, se hizo el 26 de octubre y tan sólo 12 días se la hacía como propia el Consistori­o. Una carta del “Ayuntamien­to y el pueblo de Barcelona” pedía a su Santidad, en italiano, ese reconocimi­ento. En días posteriore­s y tras la intervenci­ón del nuncio Alejandro Franchi, solicitand­o más documentac­ión, se conoce otra carta, de 18 de noviembre de 1867, en la que el alcalde Juan López Bustamante, se lo comunica al obispo de la diócesis, Pantaleón Montserrat. Y finalmente llegó la respuesta de la congregaci­ón de Sagrados Ritos, que en nombre del Papa, otorgaba a la Merced la condición de patrona única de Barcelona. Santa Eulàlia o San Severo dejaban de ser días festivos y la misa que les correspond­ía se trasladaba al domingo siguiente. El 24 de junio de 1868 la reina Isabel II comunicaba al alcalde de Barcelona, a través del Ministerio de Gracia y Justicia, que el día de la Merced, patrona de Barcelona y de la archidióce­sis, era festivo.

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Gemma Pallàs y Joana Alarcón hojean la documentac­ión hallada en el Arxiu Diocesà de Barcelona
ANA JIMÉNEZ Gemma Pallàs y Joana Alarcón hojean la documentac­ión hallada en el Arxiu Diocesà de Barcelona
 ?? ANA JIMÉNEZ ?? En primer plano, firmas de los nobles en el escrito que piden que la Virgen de la Merced sea patrona
ANA JIMÉNEZ En primer plano, firmas de los nobles en el escrito que piden que la Virgen de la Merced sea patrona

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