‘Juego de tronos’ gana su última batalla sin arrasar
La serie vence como mejor drama pero la gran sorpresa de los Emmy es la comedia ‘Fleabag’ y su creadora y protagonista Phoebe Waller-bridge
Juego de tronos ganó su última batalla pero no logró arrasar. Se llevó el premio a mejor drama del año, uno de los más codiciados, pero pese a llegar a la ceremonia de los premios Emmy con el récord del mayor número de nominaciones para una serie (32), sólo consiguió doce, diez de los cuales fueron Creative Arts , correspondientes a apartados más técnicos. De los nueve intérpretes nominados en distintas categorías, sólo Peter Dinklage (Tyrion Lannister) fue galardonado como mejor actor de reparto en drama.
A pesar de ello, la ficción de HBO basada en las novelas de George R.R. Martin lideró la 71.ª edición de los premios de la Academia de la Televisión, celebrada el domingo en el Teatro Microsoft de Los Ángeles, al sumar doce galardones y convertirse en la ficción televisiva con más premios de la historia: 59 estatuillas en ocho temporadas.
Más triunfadoras de la noche fueron Chernobyl, la ficción sobre la tragedia de la central nuclear ocurrida hace más de 30 años, que confirmó su condición de favorita en la categoría de miniserie después de haberse convertido en la serie revelación del año tras su estreno en mayo pasado. Pero sin duda la gran sorpresa de esta edición de los Emmy ha sido la comedia británica Fleabag, cuya segunda temporada se ha llevado seis galardones, entre ellos mejor comedia, mejor actriz de comedia y mejor guión de comedia. Todo mérito de Phoebe Waller-bridge, creadora, guionista y protagonista de una ficción que se impuso contra pronóstico a La maravillosa señora Maisel, ganadora del año pasado, y a la favorita Veep, en el año de su despedida.
Si Phoebe Waller-bridge fue una de las grandes triunfadoras de la noche, también lo fue Billy Porter; el actor que hace gala de su homosexualidad ganó el Emmy a mejor actor dramático por su papel en Pose. Al recibir la estatuilla, Porter citó unas palabras de 1960 del escritor y activista por los derechos civiles James Baldwin: “Me llevó muchos años vomitar toda la inmundicia que me habían enseñado sobre mí, y casi me lo creía antes de que pudiera caminar sobre la tierra como si tuviera derecho a estar aquí. Tengo derecho”. “Vosotros tenéis el derecho. Todos tenemos el derecho”, finalizó ante un público entregado.
Las reivindicaciones por la visibilidad de la comunidad LGTBI tuvieron gran presencia durante la gala, como cuando la estrella del transformismo Rupaul invitó a que la gente se registre para votar en
las próximas elecciones tras recoger el premio al mejor reality televisivo, y cuando las protagonistas de Pose subieron a la pasarela y agradecieron la visibilidad de las personas transexuales en la pequeña pantalla.
Dos discursos más protagonizaron momentos de gran emoción en una ceremonia que este año no tuvo presentador fijo. Patricia Arquette, mejor actriz de reparto por la miniserie The act sobre la historia de una madre que convenció a su entorno de que su hija padecía numerosas enfermedades pese a estar sana, envió un mensaje a favor de los derechos de la comunidad trans. Tras agradecer estar trabajando a los 50, la actriz explicó que su corazón estaba triste por la muerte de su hermana Alexis en el 2016, quien falleció tras un paro cardíaco derivado de las complicaciones de salud que tenía al ser VIH positivo. “Estoy y estaré de luto todos los días de mi vida hasta que cambiemos el mundo para que las personas trans no sean perseguidas”. “Y darles trabajo”, agregó.
Michelle Williams, que ganó el Emmy a la mejor actriz de una miniserie por el biopic Fosse/verdon, también recibió grandes aplausos del público con un discurso en el que exigió de manera muy contundente a la industria audiovisual que pague de modo equitativo a las mujeres, especialmente a las pertenecientes a minorías.