Tres acusados en un nuevo caso de violencia sexual en grupo en Bilbao
Una mujer de 25 estuvo secuestrada tres días y fue agredida varias veces
Con la violación múltiple que conmocionó a Bilbao en agosto todavía muy reciente, la ciudad se enfrenta a un nuevo caso de violencia sexual en grupo. La Ertzaintza informó ayer de la detención de cuatro varones de entre 33 y 36 años en la capital vizcaína acusados de violar y secuestrar durante tres días a una mujer en un piso de la calle Atxuri, unos hechos por los que se enfrentan a sendos delitos de agresión sexual y de retención ilegal.
Según el relato de la denunciante, una joven brasileña de 25 años, un grupo de hombres, a los que no conocía previamente, la invitaron el pasado viernes a una fiesta privada en un domicilio. En él, informa El Correo, le ofrecieron una bebida en la que, explicó, pudo ver unos “polvos blancos”. Poco después de tomar unos sorbos del vaso, perdió la consciencia y, al recobrarla e intentar irse del lugar, fue retenida por los sospechosos contra su voluntad.
En el periodo de tres días en que fue obligada a permanecer en el piso, hasta el domingo por la mañana, asegura que fue violada en varias ocasiones, aunque asimismo indicó a los investigadores que no recuerda bien lo ocurrido en la casa, extremo que corrobora el aparente empleo de sustancias para doblegar su voluntad. En la casa, relató también, vio dos armas de fuego.
El domingo, según su testimonio, en un descuido de sus captores, logró hacerse con el teléfono móvil de uno de los supuestos agresores, desde el que llamó a su hermano, al que dio algunos detalles del piso y el lugar donde se encontraba. Fue el hermano, que vive fuera de Bilbao, quien se puso en contacto con otros familiares en la capital vizcaína.
Los allegados se desplazaron hasta la zona y, de hecho, consiguieron dar con el piso en el que se hallaba la joven. Allí, indica el rotativo vasco, advirtieron a los captores para que la dejaran salir. Cuando la mujer fue liberada se desplazó hasta un hospital, donde fue sometida a un examen forense. Posteriormente, presentó la denuncia por los hechos en una comisaría de la Ertzaintza.
El domingo por la tarde la Policía vasca arrestó a cuatro hombres, de nacionalidad extrajera, en el mismo piso como presuntos responsables del secuestro y las violaciones, aunque uno de ellos fue puesto en libertad.
La investigación continúa abierta y se espera que los resultados de los análisis médicos permitan esclarecer los hechos y la implicación de los acusados, para lo que también se estudiarán los teléfonos de los varones. Para la identificación de los sospechosos fueron claves unas fotografías de ellos que la víctima enseñó a los agentes y que habían sido tomadas desde su propio móvil.
Ayer, todos los partidos políticos del pleno municipal expresaron su condena y su “más profunda indignación” por unos hechos que definieron como una “grave e intolerable violación de todos los derechos humanos”, a la vez que mostraron su “incomprensión” ante los mismos e instaron a la sociedad a ser “activa” ante “cualquier tipo de conducta no respetuosa hacia las mujeres, desde los gestos y actitudes sexistas hasta las agresiones más extremas”.
Los captores fueron reconocidos gracias a unas fotos que la víctima pudo enseñar a la Ertzaintza