El factor naranja
Los liberales mantienen como socio al PP pero podrían no vetar a Sánchez
El desasosiego crece en los cuadros de Ciudadanos tras las últimas encuestas, que auguran la pérdida de casi la mitad de sus escaños.
El desasosiego crece en los cuadros de Ciudadanos. Las últimas encuestas publicadas, que auguran la pérdida de casi la mitad de los 57 escaños actuales el 10-N, y la crisis interna que se arrastra después de la marcha de destacados dirigentes –Toni Roldán, Xavier Pericay, Francisco de la Torre-, mantienen en tensión las filas liberales. Muchos de los actuales diputados en el Congreso hacen cábalas sobre sus opciones de continuar en la Cámara la próxima legislatura. Entre los que están en riesgo, nada más y nada menos que algunos de los dirigentes del núcleo duro riverista, como Juan Carlos Girauta, José Manuel Villegas y Melissa Rodríguez...
Un clima de incertidumbre al que contribuye, también, la presión continua del PP para formar una coalición –España Suma– que trascienda al espacio del centro derecha-, así como la convicción de muchos cuadros de Cs que es imprescindible alejarse de la estrategia con la que concurrieron a las pasadas elecciones generales.
Encontrar, en definitiva, la fórmula para no quedarse encasillado en un nuevo “no es no” a Pedro Sánchez, pero manteniendo sus críticas al líder del PSOE por “ser el responsable” de la imposibilidad de pacto. Así, dependiendo los resultados del 10-N, tener opciones para ser una pieza clave en la constitución del gobierno.
La línea estratégica de cara a las generales será abordada hoy en la ejecutiva nacional ampliada (el único órgano de gobierno naranja en el que los críticos conservan una pizca de fuerza). No se descarta, así, que se trate incluso la opción de pasar del férreo “no es no” a Sánchez, que tantas críticas y presiones acarreó a Cs –propiciando sus crisis interna–, a una “abstención responsable” dependiendo del resultado y las variantes del 10-N. “No podemos volver a ser vistos como los que bloquean, como los causantes del problema, sino ser la solución para España”, señala un dirigente de Cs.
Desde el núcleo duro de la dirección recuerdan que Rivera ya ofreció a Sánchez la posibilidad de salvar la investidura con su “abstención de estado”, si cumplía tres condiciones entre las que estaba la ruptura del acuerdo de gobierno en Varra con Geroa Bai (PNV). Ahora, aseguran, no se planteará esa oferta en el arranque de la campaña electoral, pero tampoco se caerá en el “no es no” al PSOE. El discurso respecto al PP también se verá matizado. Se aparcará la retórica del (ya descartado) sorpasso y se insistirá en que si el 10-N PP y Cs suman más que las
Dirigentes del partido abogan por un discurso que evite que se les pueda acusar de bloquear España
izquierdas “en menos de un mes España tendrá gobierno”.
Con todo, hay importantes voces en Ciudadanos que abogan por no descartar una “abstención responsable” para el 10-N, y no cerrarse así ninguna puerta negociadora pese a correr el riesgo de ser criticados como el enésimo viraje de la “veleta naranja” por la derecha más dura.
“Se trata de quitarle a Sánchez de la boca el argumento del voto útil y tener las manos libres para después de los comicios”, afirma un miembro de la ejecutiva.