AV City, Alta Vibración
Usuarios habituales del nuevo tren que une Lleida con Barcelona piden que se sustituyan los convoyes por sus incomodidades
El nuevo tren AV City que Renfe puso en servicio el pasado 16 de septiembre, con tarifa low cost, entre Lleida y Barcelona, ida a primera hora de la mañana y vuelta a las diez de la noche, acumula numerosas quejas de usuarios habituales, en su mayoría trabajadores que han de llegar a la capital catalana puntuales. Según los pasajeros consultados por La Vanguardia, el viaje es muy incómodo sobre todo por las vibraciones que produce y que impiden trabajar con el ordenador, leer o dormir. Por el contrario, un portavoz de la compañía ferroviaria entiende que el servicio ofrecido tiene el confort adecuado a la tarifa aplicada. Los usuarios, organizados en una plataforma con algunos miembros que ya llevan años denunciando la discriminación de los viajeros de este corredor, exigen que se cambien los trenes.
Mar Tàpia es una usuaria habitual del tren que ha de trasladarse cada día desde Lleida a Barcelona, donde desarrolla su trabajo como sismóloga. Ya el año 2012 hizo mediciones de las vibraciones de un convoy muy semejante y concluyó que “eran seis veces superiores a las que se producen en un AVE”. Ahora ha vuelto a hacer las mediciones y, aún sin resultados, cree que el nivel de vibración puede ser aún mayor. “Sólo hay que ver que hay gente que se marea, y los movimientos pueden hacer caer maletas, además de que no puedes dormir, ni leer, ni trabajar con el ordenador. Es insoportable”. Otra queja es la supresión del vagón bar.
Según fuentes de Renfe, la puesta en marcha del AV City “busca complementar la oferta global, con un servicio más económico que atraiga al viajero esporádico”. A pesar de las quejas sobre los trenes de esta línea, Renfe está convencida de que ofrece “un buen servicio, adecuado al precio”. No hay cifras todavía sobre el número de viajeros que lo han usado, pero Renfe, también aclara que “estamos trabajando en un nuevo low cost, que presentaremos próximamente”.
El AV City sale de Lleida a las 7.05 de la mañana y llega a Barcelona a las 8.15 horas, mientras que el trayecto de vuelta parte de Barcelona a las 22 de la noche y llega sobre las 23.05 a Lleida-pirineus. El precio es de entre 17 y 18,60 euros y en Lleida el tren sólo se detiene dos minutos antes de seguir hacia Zaragoza. La duración del trayecto es de diez minutos más que en el AVE.
El martes por la noche, la mayoría de usuarios eran circunstanciales y para algunos su primer viaje. “He cogido el tren por el horario y por su precio. Estaba tan cansado que no me he dado cuenta, pero en algo más de una hora, ya llegamos”, dice Saiko, inmigrante que vive en Lleida y que agradece “que se piense en los que tenemos poco dinero”.
Otro usuario habitual del trayecto Lleida-barcelona en los dos sentidos es el antropólogo Carles Feixa, que ya ha experimentado el excesivo movimiento del convoy. “No sólo es el traqueteo, es que han reducido a la mitad el número de plazas, de ocho vagones han pasado a cuatro, y sospechamos que estamos usando un tren que nos habíamos sacado de encima por las protestas”, afirma. Feixa cree que el AV City puede interesar a los pasajeros ocasionales, pero sigue sin ser atractivo para los usuarios de tarifas Avant.
Los miembros del grupo de whatsap Avanteros Pringats tienen un abono semanal de 10 viajes que sale a 12 euros cada uno. “No nos compensa ni el cambio de tarifa ni hemos ganado en calidad. Además, por la noche, como llegas más tarde de las once, no puedes recoger el coche, al que tienes derecho por el abono, porque el guarda ha acabado su horario”, añade Feixa.
La plataforma de usuarios pide que se aplique el mismo criterio que a los pasajeros de la línea Girona-barcelona, que pueden con el abono coger cualquier AVE.
Renfe responde que el confort que ofrecen estos trenes es el adecuado a las tarifas que se aplican