Singular
Primera sesión del Ciclo Life Victoria Intérpretes: Anna Gomà, mezzo; Èric Varas, piano / Martin Hässler, bajo; Julius Drake, piano Lugar y fecha: Sant Pau Recinte Modernista, 25/IX/2019 Ha dado comienzo la magnífica programación del Life Victoria 2019 que organiza la Fundació Victoria de los Ángeles con la dirección artística de Marc Busquets. En esta ocasión, con el joven bajo-barítono Martin Hässler y el maestro Julius Drake al piano, una referencia ya en la historia moderna del lied. Pero una de las características de este ciclo de conciertos barcelonés es la promoción de jóvenes figuras locales que comienzan su experiencia en el género, y en este caso la apertura de la sesión corrió a cargo de la mezzo Anna Gomà con Èric Varas al piano. El marco de referencia del programa: Clara Wieck Schumann, su marido, y el omnipresente Johannes Brahms. Por supuesto, el tema –bien propio del romanticismo– el canto al amor y la naturaleza. Anna Gomà –de experiencia teatral y con grandes posibilidades para el lied, con una voz bien timbrada, con más claridad en la proyección que en lo íntimo, y con gran delicadeza expresiva y sensibilidad–, bien acompañada por Varas, fue desgajando un diálogo en el que alternaron ocho canciones de Brahms y de Clara, con dinamismo y estupenda interpretación.
El plato fuerte estaba estructurado con lieder del ciclo Myrthen de Robert Schumann y una bella selección de los compuestos por Clara. Todo ello, en el delicioso marco de la sala Domènech i Montaner, plena de público conocedor (por destacar dos presencias: entre otros muchos destacados cantantes, la de Benjamin Appl, y la de la consellera de Cultura de la Generalitat), y utilizando el piano que perteneció a Victoria de los Ángeles. Este ciclo está lleno de detalles y buen gusto. El joven Hässler, con una carrera internacional ya reconocida, tiene una voz potente, naturalmente, y asumió un programa en el que sin duda marcó preferencias, como las canciones de espíritu meditativo de Clara Wieck que cerraron el programa. Son las que van mejor a su perfil, en las que puede profundizar con mayor naturalidad. Canta de maravilla, aunque tuve la sensación de una tendencia hacia la superficie, como sin profundizar en la articulación y la maleabilidad de la voz, como un narrador liederístico que declama con sinceridad pero no más allá. En este sentido hubo pasajes en que no se correspondía la sutil expresividad del pianista Drake, un maestro, con la capacidad de matices de Hässler. En el ramillete final de cinco últimas canciones de Clara sobre textos de Justinus Kremer, de carácter lento, la expresión fue más sentida y el público correspondió con muchos aplausos.