Decalaje de dos años en el IRPF
Los gobiernos autonómicos pueden subir o bajar el tipo de IRPF del 50% de lo que pagan los ciudadanos. Pero en virtud del sistema de financiación actual, una subida de impuestos del tramo autonómico que entre en vigor el 1 de enero del 2020 no llegará a las arcas de las comunidades hasta julio del 2022 cuando se liquide el modelo. Los contribuyentes no notarían tampoco la citada subida hasta mayo del 2021 cuando realicen la declaración de la renta. En cambio, cualquier modificación en el IRPF que decida el Estado tiene un impacto automático en la nómina de los contribuyentes y en las arcas del Estado. Sobre esta cuestión, Santiago Lago reflexiona que “existe una asimetría y retraso inasumibles, que desincentivan muy significativamente el uso de la autonomía”.