TIERRA, AIRE, AGUA Y FUEGO: ASÍ ES UNA FÁBRICA SOSTENIBLE
La lucha contra el cambio climático es un movimiento global al que se unen también las fábricas automovilísticas. SEAT ha reducido en un 34% el impacto ambiental de su planta de Martorell desde 2010. En el Centro Técnico de la fábrica, por ejemplo, se instaló un suelo que reduce la contaminación. Se llama pavimento fotocatalítico y consiste en losas de hormigón a las que se les aplica dióxido de titanio. Este elemento tiene la curiosa propiedad de que en contacto con elementos contaminantes y, a su vez, con luz y oxígeno, desencadena una reacción química que descompone las partículas nocivas. De esta forma, limpia el aire y elimina bacterias. Actualmente, se cuenta con 4.000 metros cuadrados de pavimento fotocatalítico, que reducen la contaminación del aire en un 40%.
Otra de sus principales iniciativas para cuidar el planeta es la instalación que recupera la energía que se emite en los hornos de secado de carrocerías. El aire que emana de las chimeneas calienta un circuito de agua, la cual se aprovecha posteriormente en los procesos del área de pinturas. Es decir, un ahorro anual de 11,7 GWH en el consumo de gas natural, el equivalente a lo que necesitan unos 2.400 domicilios españoles en todo un año.
En el taller de pinturas es donde se consume más agua, más de la mitad del total. Pero es precisamente en este lugar donde más se está ahorrando. El rociado de la pintura va dirigido al vehículo, pero una pequeña parte escapa y cae sobre una balsa de tratamiento. Justo aquí es donde se añaden los productos químicos necesarios para separar la pintura del agua que, una vez limpia, es devuelta al proceso en un circuito totalmente cerrado.
La energía solar es una de las renovables más recurrentes. Un buen ejemplo es SEAT al Sol, la mayor planta solar de la industria automovilística en Europa: 53.000 paneles, una extensión de 276.000 m2 –40 campos de fútbol– y 17 millones de KWH anuales generados sin emisiones contaminantes. Se evitan unas emisiones de 4.250 TNCO₂ al año, el equivalente del CO₂ absorbido por unos 700.000 árboles.
Y, además, SEAT tiene su propio bosque: los empleados de la compañía han contribuido a la creación de un jardín botánico en el parque de Can Casas (Martorell) con la plantación de 80 árboles de distintas especies autóctonas, así como un espacio para la protección de la rana Hyla meridionalis. Cada ejemplar lleva un código QR para consultar toda la información de cada especie.