Fotogramas sonoros
Sensación general de admiración y respeto por el barítono francés Stéphane Degout en su debut en el Festival LIFE Victoria. El público puesto en pie premió con una sincera ovación a este intérprete que demostró por qué es una de las voces imprescindibles de la actual cantera francesa.
La velada tuvo un breve pero hermoso guiño en el contenido del programa para la figura de la compositora francesa Lili Boulanger. De las pocas mujeres reconocidas por su obra compositiva, fue una prometedora artista que murió demasiado joven a los veinticuatro años. Degout, junto al pianista Cédric Tiberghien, algo errático al teclado y demasiado enfático en no pocos momentos, cantó tres hermosas mélodies de Boulanger, la hermana de la imprescindible Nadia Boulanger, que sonaron como tres sinestésicos fotogramas sonoros muy próximos al universo de Reynaldo Hahn, de quien fue coetánea. Degout, mostró sus cualidades inicialmente con el ciclo La bonne chanson, de Gabriel Fauré, lo menos logrado de un recital que fue in crescendo. Su instrumento, algo seco al principio y con una proyección parca, fue ganando en intensidad y expresión puesto que hasta un primoroso N’est-ce pas?, la sensación previa había apuntado hacia cierta monotonía interpretativa.
Degout articula con sumo magisterio, frasea cincelando cada palabra, siempre con una musicalidad basada en la prosodia idiomática, pero no fue hasta llegar a Boulanger y sobretodo a la selección de seis lieder del Schwanengesang de Schubert cuando mostró una clase magistral. Con una dicción impoluta, fraseo colorista, un legato a prueba de bombas y una naturalidad interpretativa llena de inflexiones recreó unos estimulantes Die Stadt o Ihr Bild. En la segunda parte, Tiberghien se mostró más delicado con el estilo de Debussy, mientras Degout bordó ese sello entre coloquial y cinematográfico del compositor impresionista por antonomasia con un Colloque sentimental que fue pura recreación sensorial. Seis impecables lieder de Hugo Wolf cerraron un refrescante recital que fue otro éxito del festival.
La velada tuvo un hermoso guiño en el programa para la compositora francesa Lili Boulanger