Rechazo al voto electrónico
La propuesta de Víctor Font obtuvo el sí matizado de la junta, pero no la mayoría necesaria
Números, Franco y un socio invitado. La asamblea general de compromisarios del Barcelona presentó diversas novedades respecto a las de las últimas temporadas. Se celebró por la tarde, cuando tradicionalmente se convocaba matinalmente, y no compareció el secretario técnico, Éric Abidal, para explicar los fichajes de la temporada. La participación, como de costumbre, resultó escasa: 668 asistentes sobre 4.478 convocados acogía el Palau Blaugrana a las cuatro de la tarde. La junta subrayó la solvencia económica del club y su gestión económica pasó, de nuevo, el trámite asambleario, sin excesiva oposición.
No al voto electrónico. Uno de los puntos del orden del día más esperados fue la propuesta de Víctor Font, aspirante a la presidencia en un futuro, partidario de incluir el voto electrónico en el funcionamiento de la entidad. Con 359 votos a favor, 173 en contra y 67 en blanco, la decisión fue rechazada al requerirse por estatutos para su aprobación el sí de dos terceras partes de los socios compromisarios. En el momento de la votación estaban presentes 625 en el Palau Blaugrana, por tanto habrían sido necesarios 417 votos favorables. La directiva de Bartomeu, que a través de su secretaria Maria Teixidor realizó un discurso crítico con la propuesta de Font, argumentando que el sistema de momento “no es fiable”, votó paradójicamente a favor de la misma con vistas a su aplicación futura.
Clamor contra Franco. En febrero la junta directiva aprobó la retirada de las condecoraciones del club a Francisco Franco y la asamblea ratificó la propuesta de forma mayoritaria. Aunque dos socios se opusieron y otros siete votaron en blanco. Uno de los votos en contra correspondió al socio número 8, que había intervenido anteriormente para explicar que, en su época de estudiante, ahorraba en transporte público para pagar el carnet del Barça. “Hemos tardado demasiados años”, explicó Bartomeu, y recordó que en el 2003 la junta de Joan Laporta tomó la iniciativa, pero no encontró constancia documental de las distinciones a Franco (el club no las hizo constar en sus actas). Se trata de tres distinciones. La insignia que concedió el presidente Agustí Montal al dictador con motivo de la final de la Copa del Generalísimo de 1951, la medalla de oro que se le entregó en 1971 en reconocimiento a la ayuda estatal en la construcción del Palau Blaugrana (sede de la asamblea de compromisarios) y la medalla de oro del 75.º aniversario del club, de 1974.
Una deuda maleable. La asamblea aprobó la liquidación del ejercicio económico 2018-2019, con unos ingresos de 990 millones de euros, gastos por importe de 873 millones y un beneficio neto de 4 millones de euros, inferior al estimado. También superó el trámite el presupuesto para la presente temporada: ingresos que ascienden a 1.049 millones de euros, en tanto el capítulo de gastos se calcula en 1.007 millones, con un beneficio estimado en 11 millones.
El vicepresidente económico, Enrique Tombas, sitúa en 553 millones la suma de la deuda a corto y largo plazo, si bien la deuda neta que calcula el club se reduce a 217 millones por el hecho de restar los cobros pendientes.
El presupuesto contiene como novedad unos ingresos de 124 millones por el traspaso de jugadores, un apunte bien recibido por Miquel Lladó, portavoz de la comisión económica: “El club debe dejar de ser considerado básicamente como comprador y que el traspaso de jugadores pase a ser una actividad ordinaria”.
Homenaje a Tito Vilanova. En su informe, Josep Maria Bartomeu anunció que el club está rodando el documental 100x100 Tito, dedicado a la figura del entrenador Tito Vilanova, que falleció hace cinco años y que en 2003 fue artífice de la Liga de los 100 puntos. Será emitido por Barça TV en el año 2020. El presidente fue ovacionado al denunciar la “injusticia” que ha sufrido su antecesor, Sandro Rosell, absuelto después de dos años en prisión preventiva. Destacó el papel del Barça “en defensa de la democracia, de la libertad de expresión y del derecho a decidir” y fijó dos retos de futuro: el relevo generacional en el primer equipo y la ejecución del Espai Barça, “un reto imparable, imprescindible para seguir creciendo y compitiendo con la élite mundial”.