La semana trágica de los entrenadores
El parón de selecciones de octubre es el momento idóneo para cambiar el rumbo. O así se considera en los clubs europeos de Primera División que andan a la deriva. Por una parte se agota la paciencia de los dirigentes o mánagers. Y por otra se considera idónea la fecha porque abre un paréntesis de casi quince días para que el nuevo técnico rectifique todo lo que considere mal orientado. En la Liga española ha sido el caso del Espanyol con David Gallego (y en Segunda también ha caído Juan Antonio Anquela en el Deportivo, aunque en este caso sin parón ni nada). En Francia han sido guillotinados el entrenador del Saint Étienne, Ghislain Printant, y ayer mismo el del Olympique de Lyon, el exblaugrana Sylvinho. En Italia, los sacrificados han sido Eusebio Di Francesco (Sampdoria) y Marco Giampaolo (Milan). Y esta semana trágica de los banquillos se va consolidando. En las fechas del parón de octubre del 2018 también hubo un relevo a todo o nada en la Liga, el de Leo Franco en el Huesca. En Italia se reemplazó al técnico del Genoa, en Francia, Thierry Henry tomó el mando del Mónaco y en divisiones inferiores cayeron entrenadores de clubs históricos como los del Stuttgart, Chievo Verona y Aston Villa. Y si revisamos la temporada anterior, la 2017-18, no hubo sacrificados en España, pero fue porque justo una jornada antes del parón ya habían caído tres de golpe: los técnicos del Alavés, Las Palmas y Villarreal. Incluso en Alemania, donde hay más paciencia, se sacrificó una semana antes del parón a Carlo Ancelotti en el Bayern.