Valencia convierte su día en clamor por la financiación
Puig exige un modelo justo y llama a defender el autogobierno
“La paciencia se nos agota”. Mensaje grave que ayer el president valenciano, Ximo Puig, emitió en el discurso institucional del 9 d’octubre, el día de la Comunidad Valenciana, cuando se refería a la urgencia de que el Estado cambie el actual modelo de financiación autonómica. “Los valencianos llevan demasiados años reclamando un sistema de financiación autonómica justo que haga viable el autogobierno y asegure el trabajo y el bienestar”.
No fue la única crítica de una alocución de marcado tono reivindicativo, porque no dudó en valorar que, frente a las “demagogias basadas en falsedades, es imprescindible que la Comunidad Valenciana rechace las tendencias recentralizadoras que están contagiando, peligrosamente, a un espectro de la política española”. Y calificó de “intolerable” que algunas comunidades autónomas apliquen “dumping fiscal” (en clara referencia, sin citarla, a Madrid), que permite la aparición de “paraísos fiscales”. Esa actitud, añadió el president, “aparte de ser insolidaria y antipatriótica, pervierte un sistema de éxito como ha sido el Estado de las autonomías”.
La jornada del 9 d’octubre transcurrió sin incidentes destacables. La procesión cívica del traslado de la senyera se desarrolló con mucha más calma que otros años. Por la tarde, las diferentes manifestaciones no ocasionaron ningún altercado, como sí había sucedido otros años. El fuerte dispositivo policial evitó que la ultraderecha y los antifascistas chocaran.
En su búsqueda por fomentar un perfil institucional, el presidente del PP, Pablo Casado, que asistió a los actos oficiales del 9 d’octubre, reprochó al presidente valenciano que hable de dumping fiscal cuando se refiere a las medidas de rebaja de impuestos aprobados por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Por el contrario, le animó a hacer lo mismo, ya que, dijo, gracias a esas políticas en Madrid la economía crece y el empleo sube, “mientras que la Comunidad Valenciana no va tan bien”.
Casado aprovechó su estancia en València para adquirir tres compromisos con los valencianos si llega a la Moncloa. El primero, aprobar un nuevo sistema de financiación que acabe con los perjuicios que el actual ha provocado en sus finanzas; el segundo, impulsar la ejecución del corredor mediterráneo –promesa en la que incluyó críticas a la falta de ejecución de lo presupuestado en las cuentas de Mariano Rajoy, durante el año de gobierno de Pedro Sánchez–, y, en tercer lugar, apoyar el sector de la automoción, tocado tras la alarma creada por el Ejecutivo socialista al hablar de la prohibición de los vehículos con motores diésel y que, según Casado, ha causado la caída de las matriculaciones en los últimos siete meses.
Casado se compromete en València con un nuevo sistema y con el corredor mediterráneo