La Vanguardia

Un brote de transmisió­n conocida

Siete enfermeras coinciden embarazada­s en el servicio de neonatos del Vall d’hebron y lo cuentan en Twitter

- ANA MACPHERSON

El martes por la mañana acordaron reunirse en su sótano primero del hospital y posar con las barrigas embarazada­s ante el teléfono de su compañera y jefa, Marta Reche. Las siete son, o han sido hasta hace poco, enfermeras y técnicas auxiliares de neonatos, un área especialme­nte delicada del infantil de Vall d’hebron. Y esa imagen de siete profesiona­les mostrando sus vientres ha llenado de alegría servicios de neonatos –e incluso de dependenci­a o maternidad­es– de todo el país.

La noticia corrió de hospital en hospital en minutos gracias al tuit de Félix Castillo, el único hombre de la foto, jefe de neonatos en el Vall d’hebron. “Tenemos la solución para incrementa­r la natalidad. (...) Por ahora es un brote de trasmisión conocida, 7 casos, pero espero que se convierta en epidemia. El problema será sustituirl­as. Animaos!!”, decía en su mensaje. “Las respuestas han sido de tremenda felicidad. Impresiona­ntes”.

“Hay días que no es fácil. Estás cuidando de un bebé de 24, de 25 semanas, a veces más pequeño que el que llevas dentro. Y le miras, y te miras. Buf. Y tienes que darle soporte emocional a esa mamá, tienes la tripa en medio, tú estás bien y ella no”, explica Sandra Cristóbal, enfermera de la UCI de neonatos, 36 años, en la semana 18 de embarazo. “Muchas veces son las mamás las que nos dicen en medio de su angustia ‘cómo estás, de cuánto’ y te aconsejan ‘oye , ten cuidado, a mí me pasó tal cosa en tal momento’. Somos nosotras las que cuidamos de ellos, pero no podemos rechazar lo que nos dicen”.

Son mujeres animosas y fuertes, de otro modo no estarían en este área tan delicada y de constante cuidado, con niños minúsculos, con muy poco tiempo de gestación, muchos gemelos, pequeños con grandes dificultad­es aunque hayan nacido a su hora. Y sus padres y madres. Testigos constantes de cuando las cosas no salen tan bien como se esperaba. “Tu trabajo es tu trabajo, e intentas separarlo de la parte personal, pero no puedes alegar ignorancia en este caso, así que todas vigilamos mucho nuestro embarazo. Nos hacemos todas las pruebas. Todas”, asegura Anna Gros, enfermera de la UCI, 37 años, en la semana 15. Su segundo hijo.

“No llegas a obsesionar­te, pero intentas tomar todas las medidas posibles de diagnóstic­o y prevención. Gran parte de nuestros pacientes son niños de 24 o 25 semanas de gestación. Así que cuando pasas de la semana 28 creo que todas respiramos”, reconoce Silvia Muñoz, técnica auxiliar de la UCI de neonatos, 32 años y en su semana 25.

“´Las pruebas actuales, las analíticas, las genéticas y las ecos morfológic­as prácticame­nte permiten diagnostic­arlo todo”, apunta el neonatólog­o Félix Castillo. “Pero siempre se puede escapar algo. Y aquí lo sabemos bien”. La unidad de Neonatos de Vall d’hebron es la mayor en España. Atienden a 45 bebés en grave riesgo entre cuidados intensivos y semicrític­os; 24 más en boxes, los que ya están a punto de salir; 4 en hospitaliz­ación con la madre y 12 más en hospitaliz­ación domiciliar­ia. En total, 178 profesiona­les.

Castillo reconoce que en 30 años que lleva en Vall d’hebron nunca se había encontrado con una explosión

El neonatólog­o admite que en 30 años en este hospital nunca se había encontrado con tal ‘explosión’

de embarazos como esta. No. No ha habido contagio, “sino quizá que nos ha llegado el momento del segundo hijo, como nos ha pasado a cuatro. La verdad es que cuando te quedas embarazada empiezas a ver barrigas a tu alrededor que antes no percibías”, señala Sandra Cristóbal.

En este departamen­to han visto crecer espectacul­armente la edad del primer hijo, que según sus propios datos anda por los 37. “Nada que ver con hace 15 años”, apunta la responsabl­e del equipo de enfermería, Marta Reche. Recibieron las oleadas de emigrantes, familias de muy distintas partes del mundo dispuestas a tener muchos hijos. También percibiero­n en sus salas la crisis, que retrasó muchos intentos de tener hijos con ayuda médica. Y la cotidianid­ad de las mamás solas, de las parejas de mujeres, de segundas parejas... Y muchos gemelos. Y muchos nacidos con sus mínimas 24 semanas de gestación (55 en año pasado)

Pero no quieren reflejar toda esa preocupaci­ón que recorre neonatos. “Nosotras venimos muy contentas a trabajar, la verdad. Sabes que lo que haces permite a la mayoría salir adelante. Que a pesar de los problemas con los que llegan, se puede”.

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MARTA RECHE
 ??  ?? Barcelona y Arizona. Arriba, en el Vall d’hebron, de izquierda a derecha, Sandra Cristóbal (36 años), Marta Moreno (41), Pili Cortés (31) Cristina Jiménez (34), Elena Balagué (47), Silvia Muñoz (32) y Anna Gros (37). Abajo, 12 de las 16 enfermeras de Intensivos embarazada­s también a la vez, en un hospital de Arizona este agosto.
Barcelona y Arizona. Arriba, en el Vall d’hebron, de izquierda a derecha, Sandra Cristóbal (36 años), Marta Moreno (41), Pili Cortés (31) Cristina Jiménez (34), Elena Balagué (47), Silvia Muñoz (32) y Anna Gros (37). Abajo, 12 de las 16 enfermeras de Intensivos embarazada­s también a la vez, en un hospital de Arizona este agosto.

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