Las lenguas mallorquinas imponen sus diseños
La reina Letizia lució este verano un bolso con este tejido
Deben su nombre a los diseños representados, que recuerdan lenguas de fuego difuminadas, y son el resultado del sistema de teñir las madejas y tejerlas. Con estos tejidos jaspeados se confeccionan todo tipo de complementos textiles, como cojines y mantelerías, pero también prendas de moda y accesorios, como faldas y bolsos. La reina Letizia lució un tote bag confeccionado con esta tela cuando acudió junto al Rey y sus hijas, Leonor y Sofía, a la Casa Museo de Son Marroig, en Deià, el pasado mes de agosto. Un gesto que, además, era solidario ya que las Bolsas FQ se obtienen al realizar una donación a la Asociación Catalana de la Fibrosis Quística.
Existe una larga tradición vinculada a la confección de las robes de llengües –como se dice en mallorquín– también conocidas como telas de lenguas, pero no son muchos los que las facturan hoy en la isla. Se fabrican utilizando la técnica del ikat, originario del antiguo oriente y traída a Mallorca en el siglo XVI a través de la ruta de la seda. Dicen que los locales aprendieron esta técnica artesanal de los viajeros que paraban para descansar en la isla.
Teixits Riera, en Lloseta, y Teixits Vicens, en Pollensa, son dos de los talleres con más historia y los que mejor conservan el savoir faire de una técnica convertida en tendencia gracias a la atemporalidad de sus diseños. El último data de 1854 y es el más antiguo que está en activo de la isla. Desde sus inicios emplean únicamente fibras naturales, mezclando un 70% de algodón y un 30% de lino, la misma fórmula que se aplica en Teixits Riera.
La tela se fabrica manualmente y se tiñe en tramos según el dibujo deseado. En Teixits Vicens, un total de tres personas se dedican específicamente a producir 9.000 metros al año. De este total exportan entre un 20% y un 30% a ciudades como Nueva York, París y Barcelona.
La producción de los tejedores de la fábrica Riera se remonta a finales del siglo XIX en un pequeño taller en el pueblo de Biniamar. Este permaneció en activo hasta que en el año 1940 se trasladaron a Lloseta, localidad vecina en la sierra de Tramontana, donde se mantienen en activo hasta ahora.
Con casi 125 años de trabajo a sus espaldas, siguen poniendo la misma dedicación y cariño que el primer
Un tejido ligado a los complementos textiles ahora también se luce en accesorios y prendas
día, respetando los procedimientos artesanales y la aplicación de los conocimientos que se han trasladado de generación en generación.
Para fomentar y promocionar esta tradición centenaria, el Consell de Mallorca y la Fundación Turisme de Mallorca organizaron el pasado mes de septiembre en el icónico Castillo de Bellver de Palma un conjunto de desfiles que agrupaban jóvenes talentos y marcas made in Mallorca. Teixits Riera y Teixits Vicens tuvieron la oportunidad de participar y enseñar parte de sus confecciones, en un show organizado por la consejera delegada de Feel Mallorca, Joana Borrás. La originalidad del patronaje así como la larga tradición que les avala corroboran que este tejido, históricamente ligado a los complementos textiles, también puede sentar muy bien.