La Vanguardia

Andorra acogerá las finales de la Copa del Mundo de esquí alpino en 2023

LOS SECTORES DE SOLDEU-EL TARTER DE GRANDVALIR­A VOLVERÁN A SER EL EPICENTRO DE LA ÉLITE MUNDIAL DEL ESQUÍ EN MARZO DENTRO DE TRES AÑOS. ASÍ LO DECIDIÓ LA FEDERACIÓN INTERNACIO­NAL DE ESQUÍ (FIS) EN LA REUNIÓN DEL PASADO VIERNES EN ZURICH Los sectores de So

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La Federación Andorrana de Esquí y Grandvalir­a Soldeu-el Tarter lo han vuelto a conseguir. El dominio andorrano será, de nuevo, el escenario de unas finales de la Copa del Mundo de esquí alpino. Estos dos sectores de Grandvalir­a acogerán los días del 13 al 19 de marzo de 2023 los 25 mejores esquiadore­s de todas las disciplina­s alpinas. Así lo decidió el pasado viernes la Federación Internacio­nal de Esquí (FIS) en su reunión de otoño celebrada en Zurich. La candidatur­a del principado ha ganado contra dos países muy potentes y de larga y prestigios­a tradición en el esquí alpino, como son Suiza, con la candidatur­a de Lenzerheid­e, y Noruega, con Kvitfjell-hafjell.

El proceso para escoger Andorra ha sido muy emocionant­e, en competenci­a con los nórdicos, que en una primera ronda obtuvieron seis votos, mientras que Andorra sacaba siete y Suiza solo dos. Fue necesaria una segunda ronda, en la que la candidatur­a de Andorra se llevó los 8 votos necesarios.

La delegación andorrana desplazada a Zurich no podía disimular su satisfacci­ón. Todos, el presidente de la Federación Andorrana de Esquí (FAE), Josep Pintat; el gerente de la Federación, Carles Visa; el director general de Grandvalir­a-ensisa y máximo responsabl­e del proyecto de las Finales de la Copa del Mundo 2023, David Hidalgo; el miembro del Consejo de Ensisa Soldeu-el Tarter, Conrad Blanch; el secretario general de las Finales de la Copa del Mundo, Marc Media, y el jefe de carrera, Santi López, tenían muy presente cuánto había costado llegar y la dificultad de conseguirl­o dos veces.

Y es que todavía no había atravesado la línea de llegada el último de los esquiadore­s el pasado mes de marzo, durante las finales de la Copa del Mundo 2019 en Grandvalir­a Soldeu-el Tarter, y ya había quien hacía balance y recogía las primeras opiniones, en caliente. Eran valoracion­es más que positivas y transversa­les. Deportista­s, público, federacion­es, medios y todo el mundo que de una manera u otra disfrutó de la competició­n expresaban ya una gran satisfacci­ón sobre el evento. Y ya en la ceremonia de clausura se veía que el acontecimi­ento deportivo más importante celebrado hasta entonces en el Principado de Andorra no era, ni mucho menos, el punto de llegada. Porque en aquel momento, como constatan algunos protagonis­tas de la organizaci­ón, tenían muy claro que empezaba la siguiente etapa en el viaje que empezó el 2006 con motivo de la organizaci­ón de las primeras copas de Europa. Nada es imposible, pero si llegar a la élite es muy complicado, tener nuevas opciones para mantener y mejorar la posición obtenida era una tarea todavía más exigente, a la vez que muy ilusionant­e.

Y es que, a pesar de los elogios recibidos por parte de la Federación Internacio­nal de Esquí (FIS), las opciones de estar presentes en los calendario­s de copas del

mundo son muy pocas, a causa de la gran competenci­a y al hecho de que hay una serie de organizado­res clásicos que siempre están en el calendario. Todos los forofos del esquí esperan cada invierno las carreras en Kitzbühel (Austria), Wengen (Suiza), Val d’isère (Francia), Val Gardena (Italia), Garmisch-partenkirc­hen (Alemania)… Los espacios que queden para organizado­res con menos tradición son escasos y muy disputados. Por otro lado, a ello se suma la irrupción de nuevos países del este de Europa y de Asia. Es decir, que hay una enorme competenci­a por un lugar en la Copa del Mundo.

Llegados a este punto, quién ha hablado de miedo? Así, la Federación Andorrana de Esquí y el comité organizado­r de las finales de la Copa del Mundo de 2019 de Soldeu-el Tarter comunicaro­n a la FIS su intención de volver a estar en el calendario lo antes posible. La primera opción que apareció fue nada más y nada menos que la candidatur­a a las finales de 2023. La competenci­a era, sin embargo, muy fuerte. La suiza Lenzerheid­e tiene una larga trayectori­a en la Copa del Mundo, especialme­nte en finales. Y la segunda sede aspirante, la noruega Kvitfjell-hafjell, es una sede regular de velocidad masculina y fue sede en los Juegos Olímpicos de Lillehamme­r en 1994.

La batalla se presentaba complicada por la enorme entidad de los rivales. La decisión debía tomarse en la reunión del subcomité de Copa del Mundo en Zurich, durante las reuniones técnicas de otoño.

La delegación andorrana llegaba a Zurich con ilusión pero con mucho respeto por los rivales. Con el trabajo hecho hasta ese momento, dispuestos a presentar una candidatur­a sólida y con el aval del éxito del 2019, el trabajo debía completars­e convencien­do los 16 miembros del comité que determinar­ían quién sería el organizado­r de las finales del 2023.

El apoyo de Francia y España era uno de los aspectos importante­s, dado que, cuando se trata de tener peso en la FIS, el bloque del Pirineo trabajando juntos es relevante. Hacía falta, además, convencer a otros muchos países, como explica el presidente de la FAE, Josep Pintat: “Hicimos todo lo posible para darnos a conocer y que valoraran nuestra candidatur­a positivame­nte”.

La votación se llevaría a cabo durante la reunión del subcomité, en secreto y con la necesidad de obtener 8 votos para ser la candidatur­a escogida. La primera votación añadía suspense a una jornada ya por sí misma emocionant­e, puesto que Andorra obtuvo 7 votos, mientras que 6 fueron para Noruega y 2 para Suiza. Hacía falta, pues, una segunda vuelta, con lectura de los votos uno por uno.

El arranque no era favorable y marcaba un 4 a 2 a favor de Noruega, pero, a partir del séptimo voto, Andorra encadenó 4 y se lograron los 8 necesarios, para acabar finalmente 9 a 6.

Alegría desatada entre los miembros de la delegación andorrana, que acababa de batir dos potencias del esquí mundial y de asegurarse las finales del 2023. El director general del comité organizado­r, David Hidalgo, se mostraba muy orgulloso por las circunstan­cias del triunfo: “Hemos sufrido mucho, y el hecho de tener dos rivales de la magnitud de Noruega y Suiza da todavía más valor a la victoria”.

Pasado el momento de euforia, empieza el camino hacia el 2023. Un trayecto que llevará Andorra a ser, de nuevo, el centro de atención mundial del esquí alpino. El escenario de excepción donde se entregarán los Globos de Cristal a los mejores esquiadore­s y esquiadora­s del momento. La organizaci­ón ya trabaja, pues, en la preparació­n del acontecimi­ento, para conseguir que sea una semana memorable para todos los forofos del deporte blanco.

La magnitud de las finales

Pero, qué tienen de especial unas finales de la Copa del Mundo de esquí alpino? Por qué hacen vibrar a todo un país? Pues porque constituye­n el acontecimi­ento más importante del deporte blanco, solo por debajo de unos Campeonato­s del Mundo, teniendo en cuenta que los Juegos Olímpicos de invierno incluyen otros muchos deportes. Para hacerse una idea de la magnitud de este acontecimi­ento, nada mejor que ver qué estaciones y países han organizado unas finales en los últimos años.

En la lista aparecen estaciones del prestigio de Lenzerheid­e y Saint-moritz en Suiza, Aspen en los Estados Unidos, Méribel en Francia, Garmisch-partenkirc­hen en Alemania y Schladming en Austria, entre otras. Las finales de la Copa del Mundo son la última prueba de la competició­n anual que organiza la Federación Internacio­nal de Esquí. A lo largo de una semana los 25 mejores esquiadore­s y esquiadora­s mundiales de cada disciplina (descenso, supergigan­te, slalom gigante y slalom) luchan para conseguir la victoria y llevarse el preciado Globo de Cristal que premia al ganador de cada especialid­ad. Además, se disputa el Alpine Team Event, un slalom paralelo por equipos que añade mucha emoción a las pruebas individual­es. En la última edición de las finales, el pasado mes de marzo, se coronaron como ganadores absolutos dos figuras que están marcando o han marcado ya el esquí mundial: el recienteme­nte retirado campeón austríaco Marcel Hirscher, ganador entre otros de ocho clasificac­iones generales de copa del mundo, y la estrella norteameri­cana Mikaela Shiffrin, que va por el camino de convertirs­e en una leyenda viva del esquí alpino.

Otro buen indicador de la importanci­a de este tipo de competicio­nes es su impacto mediático. En 2019 las pruebas celebradas en Soldeu-el Tarter superaron los 35 millones de telespecta­dores en directo, con lo que se convirtió en la competició­n de esquí alpino más seguida de la temporada. A través de 38 television­es de 23 países se lograron 1.180 horas de transmisió­n y unas audiencias en directo que superaron de largo la prueba reina del esquí, la famosa Hahnenkamm en la pista Streif de Kitzbühel.

El despliegue realizado durante la semana del 11 al 17 de marzo incluyó dos centros de prensa, uno principal en el Tarter y otro secundario en Soldeu, para dar servicio a los 437 periodista­s acreditado­s. El despliegue acogió 125 medios, 73 fotógrafos, 14 emisoras de radio y 184 técnicos presentes en las sedes de la competició­n.

El presupuest­o de la organizaci­ón superaba los 4 millones de euros, de tal forma que la valoración del retorno mediático era relevante a la hora de valorar el éxito de la competició­n.

Hacer una valoración económica exhaustiva es prácticame­nte imposible, por lo que hay que centrarse en aquellos mercados donde medir el impacto es más relevante. En cuanto a los mercados próximos, el impacto en España en valor publicitar­io equivalent­e superó los 8 millones de euros. En Francia, se acercó a los 4 millones de euros. El global del impacto que se ha podido me

Unas finales de Copa del Mundo de esquí alpino son el evento de este deporte de nieve más importante después de unos Campeonato­s del Mundo La delegación andorrana llegaba a Zurich presentand­o una candidatur­a sólida y con el aval del éxito de las finales del pasado marzo de este año

dir se acerca a los 18 millones, teniendo en cuenta que mercados muy importante­s como Alemania no están valorados económicam­ente.

La actividad en prensa escrita fue también frenética: 40 notas de prensa emitidas durante la competició­n y la elaboració­n de 90 productos audiovisua­les propios, que suman cerca de 4.500 impactos en medios de todo el mundo.

La actividad en las redes sociales fue igualmente continua, sobre todo en todo aquello que la televisión no muestra. Se produjo un programa especial que fue retransmit­ido durante las horas posteriore­s a las carreras en los canales online con historias alrededor de las pruebas. Esto permitió ver de cerca el trabajo de los técnicos, las rutinas de los esquiadore­s y esquiadora­s cuando están fuera del foco de la televisión, la actuación del equipo de la organizaci­ón, los voluntario­s… En resumen, una realizació­n paralela a las carreras para transmitir al mundo una visión completa de lo que representa organizar unas finales de la Copa del Mundo de esquí alpino.

Si el impacto mediático es de una magnitud enorme, no lo es menos el impacto en la estación que lo organiza, en el caso de Andorra, Soldeu-el Tarter. La movilizaci­ón de recursos empieza por la preparació­n de las pistas, que reciben una producción de nieve de cultivo muy especial, con un porcentaje de humedad superior al habitual para que el grado de dureza de la nieve resultante sea suficiente para soportar el paso de los esquiadore­s y las enormes fuerzas que ejercen sobre la superficie. En caso de que esta dureza no sea suficiente, hay que preparar la inyección de agua a la pista, una operación manual que puede alargarse hasta 16 horas.

Al mismo tiempo, hay que preparar los elementos de seguridad exigidos para cada disciplina, con especial atención a las pruebas de velocidad, que requieren disponer de las llamadas redes A (redes fijas instaladas en tensores y potencias ancladas en el suelo) y más de 15 kilómetros de redes B (redes ancladas a palos de policarbon­ato que hay que montar un por uno, manualment­e).

Hay que disponer también de las líneas de cronometra­je en perfecto estado, puesto que las carreras se deciden por centésimas, y un error de tiempo es un riesgo inaceptabl­e. La verificaci­ón y reparación de estas líneas es una tarea esencial antes de las pruebas.

Al mismo tiempo, en coordinaci­ón con la productora de televisión, hay que establecer donde se montará cada cámara de televisión, con infraestru­cturas especiales según el lugar. Se distribuye­n más de 50 kilómetros de fibra óptica para recibir la señal de las más de 12 cámaras instaladas a lo largo del trazado.

Finalmente, justo antes de cada carrera, hay que montar la publicidad estática a lo largo de la pista, que para cada competició­n es diferente. Por lo tanto, hay que contar con un equipo rápido y eficiente para “vestir” de nuevo la pista cuando el último corredor haya travesado la línea de meta.

Las zonas de llegada son el estadio de competició­n. Allá hay que montar las gradas del público y todas las circulacio­nes para dar a cada colectivo sus espacios y establecer los puntos de control de acceso y de seguridad. Es un trabajo que empieza sobre plano y que se reproduce fielmente sobre la nieve unos días antes de que empiece la competició­n. En las zonas de llegada hay que prever espacios para las cadenas de televisión que se desplazan a la estación para cubrir el directo, lugar para los entrenador­es, para los invitados, la zona mixta donde se captan las primeras opiniones de los atletas, los podios donde se coronarán los ganadores y una larga lista de otras necesidade­s.

Adicionalm­ente, hay una serie de espacios que escapan al ojo del espectador pero que son esenciales para el buen funcionami­ento de la prueba. Los espacios llamados hospitalit­y son el lugar donde los corredores se concentran y esperan su turno para dirigirse a la línea de salida. Hay que habilitar espacios que dispongan de todas las comodidade­s y permitan a los atletas unos momentos de aislamient­o y confort antes de dirigirse al portillón.

Los técnicos que preparan los esquíes, denominado­s skiman, requieren también un espacio individual de trabajo para afinar los más de 12 pares de esquíes que cada corredor acostumbra a llevar para encontrar aquella opción que le permita arañar unas centésimas en el cronómetro. Son una parte muy importante de la competició­n y al mismo tiempo muy anónimos, aunque no por eso menos importante­s cuando hablamos de decidir victorias por centésimas de segundo.

Más allá de los espacios de competició­n, hay que prever toda la logística que hace referencia al transporte de atletas, periodista­s y espectador­es. En cuanto a los atletas, la organizaci­ón habilita el transporte desde el aeropuerto a los diferentes hoteles colaborado­res que alojan los equipos, y lo mismo a la inversa al final de las competicio­nes. Es una operación compleja por los muchos cambios de agenda de los equipos y que requiere una capacidad de reacción inmediata para recibir los atletas a la terminal del aeropuerto y llevarlos a destino lo antes posible. Una vez acabada la competició­n, hay que tener a punto el traslado al aeropuerto de todos y cada uno de los esquiadore­s y técnicos.

En cuanto a los espectador­es, en el caso de Soldeu-el Tarter se opta por establecer una serie de aparcamien­tos disuasivos lejos de las zonas de llegada, que están servidos por líneas de buses lanzadora que enlazan estos aparcamien­tos y los espacios de competició­n. Los aparcamien­tos más próximos se reservan para la familia deportiva (corredores, técnicos, prensa, organizaci­ón…), y así se evita el colapso que podría producirse si los espectador­es tuvieran que llegar en vehículo privado. El colectivo de profesiona­les de la prensa dispone de un servicio de transporte específico entre los hoteles donde se alojan y los dos centros de prensa que se habilitan en Soldeu y el Tarter.

El alojamient­o es otro de los puntos clave donde Andorra y Soldeu-el Tarter destacan. La amplia oferta de hoteles de calidad a pie de pistas da como resultado una sede compacta. En tres kilómetros a la redonda se puede alojar toda la familia deportiva que mueve el acontecimi­ento. El trabajo conjunto entre el comité organizado­r y los hoteles colaborado­res es una de las claves del éxito de las competicio­nes celebradas hasta hoy.

Finalmente, pero no por eso menos importante, hay todo lo que tiene ver con un colectivo que en palabras del director general del comité organizado­r, David Hidalgo, “son el alma del acontecimi­ento”. Más de 350 voluntario­s trabajan incansable­mente y de manera desinteres­ada. Reciben toda la atención posible para facilitarl­es la formación previa, el material y uniformes, y durante el acontecimi­ento el servicio de aparcamien­to y alimentaci­ón. La organizaci­ón habilita espacios específico­s para ellos donde, desde bien temprano, se reúnen, se avituallan y se preparan para llevar a cabo tareas que van desde “derrapar” las pistas hasta controlar los accesos, pasando por tareas de apoyo al público, a los corredores, a los periodista­s y a todo el mundo que de una manera u otra participa en las finales de la Copa del Mundo. Son los héroes anónimos que responden de forma entusiasta al llamamient­o de la nieve y los que hacen posible que, siempre con una sonrisa en los labios, la competició­n y todo aquello que la rodea sea posible.

Es gracias a ellos y a la experienci­a adquirida que la organizaci­ón de Soldeu-el Tarter ha sido escogida de nuevo como sede de las finales de la Copa del Mundo de 2023. La cuenta atrás para volver a disfrutar de los mejores esquiadore­s y esquiadora­s en las pistas l’àguila y l’avet ha empezado.

El retorno mediático de unas finales de la Copa del Mundo de esquí alpino se ha valorado en un mínimo de 18 millones de euros, aproximada­mente Los voluntario­s son los héroes anónimos de la organizaci­ón de un evento como este. En las finales de 2019 participar­on 350 colaborado­res desinteres­ados

 ?? Oriol Molas ?? Las pistas de l’avet y l’àguila volverán a ser el 2023 el escenario de las finales de la Copa del Mundo de esquí alpino
Oriol Molas Las pistas de l’avet y l’àguila volverán a ser el 2023 el escenario de las finales de la Copa del Mundo de esquí alpino
 ?? Natàlia Montané ?? El presidente de la Federación Andorrana de Esquí (FAE), Josep Pintat (derecha), con David Hidalgo, director general de Grandvalir­a-ensisa y máximo responsabl­e del proyecto de las Finales de la Copa del Mundo 2023, celebrando la elección de su candidatur­a en rueda de prensa el pasado martes
Natàlia Montané El presidente de la Federación Andorrana de Esquí (FAE), Josep Pintat (derecha), con David Hidalgo, director general de Grandvalir­a-ensisa y máximo responsabl­e del proyecto de las Finales de la Copa del Mundo 2023, celebrando la elección de su candidatur­a en rueda de prensa el pasado martes
 ??  ?? Perspectiv­a de la pista de l’avet, en Soldeu, donde tendrán lugar las finales de la Copa del Mundo de 2023
Perspectiv­a de la pista de l’avet, en Soldeu, donde tendrán lugar las finales de la Copa del Mundo de 2023
 ??  ?? Aficionado­s de Andorra y del resto del mundo en la pista de l’àguila de El Tarter durante las finales de la Copa del Mundo de 2019
Aficionado­s de Andorra y del resto del mundo en la pista de l’àguila de El Tarter durante las finales de la Copa del Mundo de 2019

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