La oposición exige la dimisión del president: “Ha tocado fondo”
Cs, PSC y PP recriminan a Torra falta de contundencia contra los violentos
ACTUACIÓN POLICIAL
Los comunes critican a los Mossos, y la CUP justifica los altercados de los CDR
TIRANTECES EN EL GOVERN
ERC exige a Buch “investigar” conductas “inadmisibles” de la policía en las protestas
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, quedó aislado y falto de apoyos a uno y otro lado del hemiciclo del Parlament durante su comparecencia del jueves para analizar el impacto de la sentencia del procés. Ni siquiera la CUP, que en otras ocasiones ha mostrado cierta cercanía con Torra, le dio aire. La oposición, desde los anticapitalistas hasta el PP, fue implacable y unánime en su diagnóstico sobre el titular del Govern: “Ha tocado fondo”.
“Márchese, señor Torra, dimita”, le decían, uno tras otro, los líderes de los grupos parlamentarios. El president tuvo que escuchar cómo le exigían la dimisión Lorena Roldán (Cs), Miquel Iceta (PSC), Jéssica Albiach (Catalunya en Comú) y Alejandro Fernández (PP). Carles Riera, de la CUP, le pidió también dar un paso al lado “si no cambia de rumbo”, es decir, si no proclama la república catalana y rompe cuanto antes con España.
La reacción del president ante los disturbios que se suceden esta semana en Catalunya y sus “titubeos” han sido, para la mayoría de la oposición, la gota que ha colmado el vaso. “Usted legitima la violencia”, le reprochó la líder de Ciutadans, Lorena Roldán, recordando la defensa de los CDR encarcelados y acusados de presunto terrorismo por parte de Torra en uno de los últimos plenos. La diputada lamentó que el president no haya “rechazado de forma rotunda” la violencia desde el minuto uno, y que se dedique a “hacer de activista” en lugar de “gobernar Catalunya para todos”. “Usted lleva años alimentando el odio, es urgente que deje de ser el presidente de la Generalitat, ha tocado fondo”, insistió Roldán.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, reclamó a Torra que también piense en los catalanes que ni son independentistas ni quieren participar en las manifestaciones de estos días: “ellos también tienen derechos, y sus derechos están siendo vulnerados”. El líder de los socialistas catalanes pidió a Torra que condene la violencia “sin matices” y sin descargar culpas en supuestos infiltrados. “Dimita, convoque elecciones, deje a alguien que sea capaz de hacer bien las cosas, de promover la convivencia, de garantizar la seguridad y de proteger el autogobierno, porque usted no es capaz de ello”, subrayó Iceta.
La presidenta de Catalunya en Comú, Jéssica Albiach, con quien el Govern intenta pactar los presupuestos del 2020, también exhortó a Torra a apartarse. “Usted no gobierna ni tiene rumbo”, le reprochó. La diputada condenó los actos vandálicos de estos días, pero acto seguido y en un juego de equilibrios, vertió duras críticas hacia los Mossos d’esquadra y los agentes de la Policía que tratan de contenerlos. Para la líder de los comunes en el Parlament, las fuerzas de seguridad han actuado de forma “desproporcionada” e insistió en depurar “responsabilidades políticas”, apuntando al conseller de Interior, Miquel Buch, al que también reclaman la dimisión. La CUP, en cambio, pasó por alto los disturbios y elogió las protestas contra las sentencias. Altercados cuyos promotores “responderán ante la justicia, la democracia prevalecerá”, advirtió el líder del PP Catalán, Alejandro Fernández.
El chaparrón, con todo, no cesó cuando terminaron los turnos de palabra de la oposición. Y es que ERC aparcó ayer su perfil de socio de Govern para evidenciar su distancia con el president. En las filas republicanas el enfado con Torra era mayúsculo. Le acusaron de ir por libre en su propuesta de ejercer la autodeterminación antes del fin de mandato: “Estudiaremos su propuesta”, replicó, con frialdad, el presidente del grupo parlamentario republicano, Sergi Sabrià, quien en todo caso advirtió que “no es momento de fijar fechas, sino de coger fuerzas”. En este sentido, el dirigente de Esquerra insistió en la hoja de ruta de su partido: forzar al Estado a una negociación política camino a un referéndum. “Es difícil y no será rápido, pero es la única solución”, argumentó.
El tono severo de Sabrià siguió en el análisis de los disturbios en las protestas por la sentencia. “Las imágenes de las últimas noches no nos representan, tampoco a los presos”, censuró el republicano en una intervención que, sin embargo, fue especialmente contundente con la actuación de “algunos agentes de los Mossos”. Así, ERC reclamó “investigar y resolver” ciertas conductas que tildó de “inadmisibles”. “Basta ya de atropellos y cabezas abiertas, la violencia de la policía siempre tendrá nuestra condena”, recriminó, ante la atenta mirada del conseller de Interior, Miquel Buch, que compartía bancada con los consellers republicanos. Tan cerca y, ayer, tan lejos.