La fiesta decae
Zombieland: Mata y remata
Dirección: Ruben Fleischer Intérpretes: Woody Harrelson, Jesse Eisenberg, Emma Stone, Abigail Breslin
Producción: EE.UU., 2019 99 minutos. Comedia.
En Bienvenidos a Zombieland, Jesse Eisenberg nos instruía sobre las reglas esenciales para sobrevivir en un mundo infestado de zombis. La segunda era “mata y remata”, que es el lema que diez años después sirve de título a esta secuela, en la que retoman sus personajes Eisenberg, Woody Harrelson, Emma Stone y Abigail Breslin, añadiéndose al grupo Rosario Dawson y Zoey Deutch en el divertido papel de una jovencita rubia, sexy y corta de luces.
La fiesta no puede empezar antes: un ingenioso gag en el mismísimo logo de la Columbia, con una dama de la antorcha tan diestra como la Michonne de The walking dead. Por desgracia, la fiesta empieza a decaer en pocos minutos y el interés, siempre relativo, sube y baja como los ascensores de Wall Stret en horarios punta. Se abusa del tema de las reglas de Eisenberg, más de setenta, multiplicadas con la presencia de Luke Wilson, que también tiene las suyas. Intermitentemente aparecen gags potables, pero raramente imaginativos: ¿hacía falta el chiste de la torre de Pisa, tan soso? El episodio de Elvis Presley y Graceland y los zapatos del cantante es poco menos que lamentable. El ritmo es letárgico aun en las escenas de acción.
En la memoria permanece el sketch magistral de Bill Murray, interpretándose a sí mismo, en Bienvenidos a Zombieland, reducido a muerto viviente por las malas artes de Eisenberg. Y sí: Murray vuelve a asomar su impagable jeta y a autoparodiarse con enorme gracia. Es lo mejor de la película. Y tengan paciencia, porque hay propina después del largo desfile de créditos finales. /