Marc Márquez gana en Japón y bate la marca de Doohan
Márquez se apunta su 10.ª victoria y devora otro hito de Doohan
Ya lo avanzó en Buriram, hace 15 días, al proclamarse campeón mundial por 8.ª vez: “El noveno título empieza ya en el próximo GP de Motegi, donde empezaremos a trabajar en la temporada 2020”. Y así lo hizo Marc Márquez en Japón: prolongó su racha de victorias –la 10.ª del curso– para empezar a marcar su territorio al que intuye que será su gran rival por la próxima corona, Fabio Quartararo. No le deja ni las migajas al novato francés, que en Japón certificó el título honorífico de mejor debutante. “Aunque ya de rookie, poco”, le dijo en el prepodio riendo, pero cargado de intención.
No piensa conceder nada Márquez a sus contrincantes, y menos a Quartararo, al que considera su próximo gran rival. De hecho, es el piloto que más le ha complicado la vida en la segunda mitad del campeonato. No quiere que el novato francés, de 20 años, se crezca y se acostumbre ya a plantearle batalla. Y eso fue lo que hizo el 93 en la carrera de Japón: imponer de nuevo su jerarquía, aplacar el atrevimiento de Fabio, que osó adelantarle ya en el primer giro, en la octava curva, y enviarlo a su espalda dos ángulos después, para escaparse y dejarlo atrás sin opciones de alcanzarlo.
“No ha sido nada fácil ganar, aunque me haya escapado; tuve que controlar muchas cosas y conservar neumáticos. Se me ha parado la moto al cruzar la línea de meta: he apurado al máximo la gasolina, se me encendió la alarma a falta de dos vueltas, y no sabía si cortar gas. Contento porque había presión, el presidente de Honda me ha dicho que quería el título de Constructores aquí”, explicaba Marc, que concedió el deseo a Yoshishige Nomura-san, el gran capo de HRC.
Además, Marc se ha fijado no aflojar. “Quiero mantener la misma intensidad en todo lo que queda de temporada. Mi objetivo es acabar en el podio en todas las carreras que faltan”, es decir, llegar a 18 de 19 e igualar los récords de Lorenzo (2010 y 2012) y Stoner (2011). Si se lo propone, lo consigue, al tiempo que irá devorando hitos y mitos. Como las 54 victorias de Mick Doohan, al que alcanzó en el tercer puesto del ranking histórico de victorias en la cilindrada reina: solo tiene por delante a Valentino Rossi (89) –ayer se volvió a caer– y Giacomo Agostini (68), su próxima víctima.
En las clases inferiores, los dos títulos podrán decidirse la semana que viene en Australia, sobre todo el de Moto3. En la tierra media, Àlex Márquez salvó un mal día, aquejado de problemas mecánicos –“Me faltaba estabilidad en la rueda trasera, agarre en mitad de la curva”, explicaba–, con un 6.º puesto que lo mantiene en el liderato, ahora con 36 puntos sobre Thomas Lüthi y 42 sobre Augusto Fernández. Para ser campeón en Phillip Island, Àlex debería sumar 14 puntos más que el suizo, 8 más que el madrileño, 2 más que Jorge Navarro, y que Binder no le reste.
Más factible es el título de Moto3 para Lorenzo dalla Porta con la caída de Arón Canet en Motegi. El valenciano cometió un error a falta de 7 vueltas y se fue al suelo por segunda carrera seguida. Dos ceros consecutivos que, con la victoria de Dalla Porta, dejan al italiano con 47 puntos de ventaja: sólo necesita sumar 3 más que Canet para ser campeón en Australia.