Evo Morales, favorito para obtener su cuarto mandato en Bolivia
Los bolivianos esperaban anoche resolver la principal incógnita de los comicios presidenciales de ayer: si habrá o no segunda vuelta electoral, que se celebraría el 15 de diciembre. A falta de conocer los resultados oficiales, las encuestas no dejaban ninguna duda de que el ganador será el presidente izquierdista Evo Morales, aunque no garantizaban que no habría balotaje. Para revalidar su mandato en primera vuelta, Morales debería obtener al 40% de los sufragios y lograr una diferencia de diez puntos con el segundo candidato más votado, que sería el historiador y expresidente centrista Carlos Mesa (2003-2005). Algunos sondeos avalan ese escenarios pero con guarismos muy ajustados.
A punto de cumplir los 60 años el próximo sábado, Morales votó ayer en su feudo cocalero del Chapare, antes de trasladarse a La Paz para seguir el escrutinio. El presidente, que lleva trece años en el poder y logró que la justicia se saltara la Constitución en pos de sus derechos humanos para poderse postular a un cuarto mandato, se mostró “muy optimista” y con “mucha confianza” en unos resultados favorables.
Por su parte, Mesa, de 66 años, sufragó en la capital boliviana alertando de un posible fraude. “No confío en la transparencia del proceso, el Tribunal Supremo Electoral nos ha demostrado que es un brazo operativo del gobierno lamentablemente y nuestra desconfianza es muy alta”, aseguró el candidato. El exmandatario agregó que esta “no es una elección cualquiera, es una elección que define nuestro destino en muchos sentidos”.
Simultáneamente se celebraron elecciones legislativas. A pesar de que sigue siendo el líder con mayores apoyos de Bolivia, Morales ha sufrido un desgaste y sus votos han ido descendiendo en cada convocatoria electoral. La oposición aspira a que ese desgaste suponga también que el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) pierda su control del parlamento bicameral.