Iceta se ofrece como interlocutor a Torra
El líder del PSC insta al president a dialogar con los partidos catalanes
Después de que la Moncloa haya rehusado por segundo día consecutivo contestar a la llamada telefónica del presidente de la Generalitat, Quim Torra, al que niega cualquier interlocución si no “condena con rotundidad la violencia”, el líder del PSC, Miquel Iceta, abrió una vía para romper el aislamiento político del jefe del Ejecutivo catalán.
En una carta remitida a Torra el domingo por la tarde, Iceta recomendó al president reunir a los líderes de los grupos parlamentarios catalanes o, en su defecto, retomar el trabajo de la Taula Permanent de Diàleg antes de plantear cualquier encuentro con el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Un ofrecimiento que cayó en saco roto de forma inmediata. El president respondió a Iceta al instante y, también a través de una misiva, rechazó la propuesta, persistiendo en una reunión con el presidente del Gobierno.
La Taula Permanent de Diàgleg es un espacio de negociación entre el Govern y todos los grupos que se creó el año pasado a través de una moción aprobada en el Parlament a iniciativa del PSC. Su objetivo es llegar a pactos y acuerdos “que den salida a las necesidades políticas, económicas y sociales” de Catalunya, pero tan sólo se ha reunido en dos ocasiones –es Torra el que debe convocarla y lleva meses sin hacerlo–. Una inactividad que el president achacó directamente a los socialistas catalanes, que, según Torra, pidió no convocarla en periodo electoral.
Sea como sea, el president “no puede” ir a la Moncloa a hablar en nombre “del conjunto del país” si antes los partidos catalanes no llegan a un acuerdo previo, subraya Iceta. El PSC insiste en que el problema político no se da sólo entre Catalunya y España, sino que es la propia sociedad catalana la que está dividida y es la que debe alcanzar un pacto que le permita superar el conflicto.
El líder de los socialistas catalanes reprochó a Torra que apele al diálogo cuando plantea “la confrontación” con el Estado como vía política y, en la línea de lo ya expresado por Sánchez y el Ministro del Interior, Fernando Grande-marlaska, le instó a condenar la violencia de forma “expresa” y apoyar sin ambages a los Mossos d’esquadra y la Policía Nacional.
La iniciativa de Iceta no fue bien recibida por el president hasta el punto de que le acusó de servir de parapeto al líder del PSOE. “Le pido que traslade al presidente Sánchez que deje de esconderse detrás de usted y que se avenga a sentarse para dialogar y negociar”, afirma Torra, que tacha el silencio de la Moncloa de “grave irresponsabilidad”.
El Gobierno español considera que el president de la Generalitat está aislado y al borde de la dimisión y no prevé abrir una interlocución con él por muchas llamadas y cartas que envíe. Hasta que no se produzca un cambio de 180 grados en la hoja de ruta del Govern, reconociendo “su error” y rechazando “la vía unilateral”, Torra no obtendrá respuesta alguna de Sánchez, repiten desde el PSOE.
En esta línea, la Moncloa afirmó el domingo que Sánchez estaba reunido y no tenía tiempo de contestar al presidente catalán, ni lo iba a tener, y se remitió a la comparecencia del ministro del Interior. El cuadro dibujado por Marlaska sitúa los altercados violentos que ha vivido Catalunya durante una semana
Torra rechaza la propuesta del dirigente socialista y lamenta la “gran irresponsabilidad” de Sánchez
como un problema “de estricto orden público, y, por tanto, se tienen que resolver “con la legítima actuación de las fuerzas de seguridad”.
El ministro emplazó de nuevo al presidente del Govern a condenar la violencia “de manera firme, rotunda, sin matices” y a reconocer la “magnífica labor” de las fuerzas de seguridad del Estado en colaboración con los Mossos. Para Marlaska, Torra “tiene una deuda con el conjunto de los catalanes” y sólo la solventará hablando “en Catalunya con los catalanes de convivencia, que es realmente la cuestión que está o que subyace a todas esas circunstancias”.
Acusaciones de permisividad con los disturbios que Torra ha intentado evitar afirmando que la violencia no representa al independentismo. El president también acudió el domingo, un día después que Marlaska, al hospital Sant Pau a interesarse por el estado de salud de las “seis personas” heridas en los altercados que permanecen ingresadas en ese centro, entre las cuales hay un policía nacional muy grave.