Rivera pide ser presidente para llevar a la cárcel a los independentistas
El líder de Cs reúne a unos centenares de personas en la plaza Sant Jaume
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quiere ser presidente del Gobierno para “meter en la cárcel” a quienes quieran romper España. “Yo no quiero ser presidente para tener un helicóptero o dormir en la Moncloa. Yo quiero ser presidente del Gobierno para defenderos a todos, proteger a las familias españolas y meter en la cárcel a los que intenten romper este país”, dijo textualmente Rivera durante una concentración con formato de mitin en la plaza Sant Jaume de Barcelona.
En el acto, en el que participaron algunos centenares de personas que no llegaron a llenar la plaza, acompañaban a Rivera la portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimadas, y la líder del partido en Catalunya, Lorena Roldán.
Rivera insistió en que el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, tiene en su mano sacar a Quim Torra de la Generalitat mediante la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Entre gritos de “basta ya” y “libertad” y cánticos de “yo soy español”, Rivera calificó de “valientes” a quienes acudieron a la concentración convocada por Ciudadanos y les dijo que “no hay nada más español que ser un español en Catalunya”. La concentración se celebró sin que nada ni nadie importunara el acto.
“Os prometo que después del procés hay vida, que después de la violencia vendrá la democracia. Somos muchos más los españoles que queremos vivir juntos que los necios y radicales que nos quieren separar en estos momentos”, afirmó el candidato naranja.
Tras asegurar que había llorado
Nada ni nadie importunó la concentración convocada por los militantes naranjas
al ver las calles de su ciudad natal convertidas en un “símbolo de los radicales”, el líder de Cs dijo que no habrá “fuego”, “barricada”, “adoquín” o “señalamiento” que pueda acabar con España. “Y cuando lo intenten, acabarán en la cárcel”, añadió.
Además, el presidente de Cs aludió al cántico “las calles serán siempre nuestras”, coreado por los independentistas en sus manifestaciones, para replicar que en Catalunya viven siete millones de personas y “las calles son de todos”. “Las calles son también nuestras” exclamó.