Mejora el juego pero no los resultados
El Espanyol pierde en el estreno de Machín en el banquillo pero muestra una imagen recuperada
Una derrota nunca es buena, más si cabe en el caso del Espanyol, necesitado como está después de un desastroso inicio liguero. Sin embargo, se pueden extraer noticias positivas del estreno de Machín en el banquillo blanquiazul más allá del mal resultado frente al Villarreal, que supone la quinta derrota consecutiva en Cornellà. Por primera vez en la temporada, el Espanyol fue superior a su rival. Con Machín al frente de la nave, volvió a ser competitivo y logró que el portero rival, Asenjo, fuese el mejor. El camino del gol sigue siendo, sin embargo, un misterio para este equipo, que en esta ocasión dispuso de un ramillete de opciones claras que se fueron al limbo. Ya sin Gallego en el banco, se vio a un conjunto comprometido y capacitado. En definitiva, mejor que su rival aunque incapaz todavía de encontrar la efectividad ante la portería rival.
En su estreno, Machín no escondió su predilección por el sistema que le ha llevado hasta la élite. Tres centrales y dos carrileros para practicar un juego directo, alejado de la pausa y la posesión, pero capaz de crear mucho peligro sobre la portería rival. Un cambio de dibujo que buscaba agitar a un grupo encorsetado durante muchas semanas. El resultado fue un equipo valiente y ordenado, sin imprecisiones graves en el juego en corto, pero con una idea clara: ejercer una presión alta y atacar las segundas jugadas para generar ocasiones de peligro.
El desasosiego que se había vivido durante semanas desapareció por completo del RCDE Stadium en un inicio imponente. Ni siquiera con el gol de Ekambi antes del millegar nuto veinte se vino abajo el equipo, mucho mejor ordenado sobre el campo. Más allá del resultado, el Espanyol mostró bastantes de las virtudes que se necesitan para competir en Primera División y que se habían echado de menos.
El riesgo de intentar robar en campo contrario permitió al Villarreal encontrar espacios a la espalda de los laterales. En una de las pocas de que dispusieron los de Calleja, Rubén Peña pisó el área y su centro lo remató Ekambi por dos veces, hasta que el balón encontró la portería. La suerte que se le negaría al Espanyol la encontraba el Villarreal muy pronto sin haber hecho demasiado para merecerlo.
El jarro de agua fría que suponía encajar tan pronto provocó un silencio sepulcral en el estadio. Y fue el equipo el que reaccionó para despertar a la afición. No cesó en su propuesta, con una presión que ahogó al Villarreal en su propio campo. Poco a poco empezaron a las ocasiones, siempre a balón parado o en segundas jugadas. La más clara, un remate de Calleri a centro de Vargas que se marchó al larguero con violencia.
También la tuvo el debutante Víctor Gómez, un lateral con una proyección sobresaliente que estuvo a la altura del partido en todo momento. Gallego no se atrevió a hacerle debutar. Machín ha apostado por él desde el primer día y no parece haberse equivocado. Con solo 19 años estuvo cerca de lograr su primer gol pero su disparo cruzado dentro del área lo desvió por centímetros Asenjo. El Espanyol tiene un nuevo diamante, campeón del Mundo sub-17 y de Europa sub19 con la selección española.
El equipo se reconcilió con la grada gracias a su persistencia en la búsqueda del cuerpo a cuerpo con el rival. Nunca fue mejor el Villarreal en Cornellà, que en el segundo tiempo vivió de la capacidad de Gerard Moreno para encontrar espacios. Vargas volvió a ser el principal referente ofensivo blanquiazul, aunque se encontró demasiado solo. En su pelea contra el mundo acabó lesionado y es duda para el duelo del jueves contra el Ludogorets. Pero antes de retirarse obligó a Asenjo a hacer la parada de la tarde con un disparo desde dentro del área que el portero rechazó a córner de manera sobresaliente. No fue la última. Calleri a centro de Gómez y Granero a pase de Ferreyra merecieron el empate. El VAR fue el último en negarle al Espanyol, al no conceder un penalti que el colegiado había señalado por supuestas manos de Raúl Albiol.
El Espanyol se quedó sin el gol, sin el empate y con una nueva derrota en casa. La quinta consecutiva desde el comienzo de temporada. El cambio de entrenador mejoró la imagen y, aunque todavía bajas, los pericos recuperan las pulsaciones. Las sensaciones ya son positivas, pero el equipo sigue sin gol, o sin el delantero que lo encuentre.
MALA RACHA
El Espanyol alarga su peor inicio en casa en el campeonato con la quinta derrota consecutiva
SIN PUNTERÍA
Por tercer partido seguido se quedó sin marcar el equipo blanquiazul, que sólo suma cuatro goles