La noche de Halloween degenera en Béziers y arden dos escuelas
La ciudad francesa, feudo de la ultraderecha, es foco habitual de violencia urbana
La noche de Halloween degeneró en Béziers, la histórica ciudad del sur de Francia, a orillas del río Orb. Dos escuelas sufrieron graves incendios –muy probablemente provocados–, varios vehículos resultaron quemados y un edificio abandonado también fue presa de las llamas, al tiempo que la policía y los bomberos eran atacados con piedras y cohetes de pirotecnia por grupos de jóvenes.
La quema de las escuelas causó una especial conmoción, a nivel nacional, por ser un ataque contra edificios que simbolizan la educación pública, uno de los orgullos de la República e instrumento de integración y cohesión de la ciudadanía.
Los hechos se produjeron en el barrio de La Devèze, en el este de la ciudad, una zona particularmente problemática donde la quema de mobiliario urbano, de vehículos y de material en solares en obras se produce de manera periódica. En marzo pasado ya quedó destrozada una gran excavadora.
Una de las escuelas, la más dañada, era de niños de maternal y de primaria. Dos aulas quedaron totalmente destrozadas y otras diez, inservibles. Habrá que proceder a la reconstrucción total de la estructura. A un centenar de metros ardieron también dos aulas del collège (escuela intermedia) dedicado a Katia y Maurice Kraft, una pareja de eminentes vulcanólogos que murieron en Japón, en 1991, mientras inspeccionaban un volcán en erupción.
Las escuelas incendiadas habían permanecido vacías durante las últimas dos semanas debido a las vacaciones de Todos los Santos. Para los alumnos afectados que se incorporen el lunes se habilitarán locales alternativos provisionales.
El prefecto del departamento de Hérault, Jacques Witkowski, dijo que lo sucedido no puede catalogarse ya de simples “violencias urbanas” sino que son “hechos de delincuencia”. Ante la eventualidad de que, ayer por la noche, volviera a haber violencia en La Devèze, se reforzó la presencia policial y de fuerzas antidisturbios.
El municipio de Béziers cuenta con unos 76.000 habitantes, a los que deben añadirse otros casi 100.000 del área metropolitana. Se trata de una urbe de historia milenaria. Fue fundada por los griegos en el siglo VII antes de Cristo. Béziers,
cerca del Mediterráneo y rodeada de viñedos, es conocida por el rugby y por las corridas de toros. Desde el 2014 su alcalde es Robert Ménard, periodista y escritor, cofundador de la oenegé Reporteros Sin Fronteras (RSF), que se presentó en una lista apoyada por el Frente Nacional (FN) –hoy Reagrupamiento Nacional (RN)– y otras formaciones de la ultraderecha.
Ménard estaba furioso ayer por lo ocurrido y por la imagen de su ciudad. El próximo marzo hay elecciones municipales. El alcalde recordó que La Devèze es el barrio de Béziers que recibe más ayudas del Estado, un total de 300 millones de euros en un periodo de 25 años, y que, por tanto, esta deriva de descontento tan virulento no está para nada justificada. La oposición, sin embargo, cargó contra Ménard y le acusó de haber dejado La Dèveze en el abandono. Según las estadísticas del 2018, el barrio registra una tasa de pobreza muy elevada. El 62,2% vive bajo el umbral mínimo, mientras que el paro alcanza el 33%.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, lanzó un tuit en el que advirtió que “incendiar un establecimiento escolar es una ofensa a la República”. “Condeno estos actos inaceptables, que no pueden quedar
El ministro del Interior recuerda que quemar instalaciones escolares es “una ofensa a la República”
sin castigo”, añadió el ministro. El titular de Educación, Jean-michel Blanquer, también condenó los incendios y garantizó que las clases se reanudarán el lunes para los alumnos afectados. Un portavoz del sindicato Alianza Policía, David Leyraud, lamentó los incidentes que se repiten con frecuencia en La Devèze e hizo un llamamiento a los responsables políticos porque “Béziers no debe convertirse en un santuario de la delincuencia”.
En Francia se ha convertido ya en triste tradición que, en la noche de Año Nuevo y en la del 14 de julio, bandas de jóvenes vandálicos quemen vehículos. Es un ritual ante el cual las autoridades y la sociedad parecen haberse resignado. El incendio de escuelas en la noche de Halloween sería un salto cualitativo muy serio e inquietante.