La expansión del juego en línea
El juego online crece a un ritmo tan vertiginoso que se ha convertido en una preocupación social por el riesgo que tiene de provocar ludopatías. La posibilidad de jugar y apostar con sólo un clic desde el ordenador facilita tanto la expansión del negocio como el hecho de que cada vez más gente quede enganchada. Las campañas de prevención no pueden evitar su incremento exponencial avivado por una publicidad agresiva y creciente. Hay estudios que indican que el sector del juego en línea en el mundo, que mueve actualmente la astronómica cifra de 45.000 millones de euros, llegará a superar los 70.000 millones en sólo tres años. A ello contribuirá la autorización y regulación del juego en muchos países que por ahora no lo permiten.
En España se calcula que hay casi un millón de clientes activos en las webs de juego autorizadas. Esta modalidad digital ya representa el 7,3% del total del sector del juego en el país. Esto significa que en los últimos cuatro años su peso se ha triplicado. El juego real online ya supera en nuestro país los 720 millones de euros, cifra que equivale a las cantidades depositadas por los clientes menos los premios, según consta en el Anuario del Juego de España. La rentabilidad del negocio es evidente.
La dirección general de Ordenación del Juego estima que seis de cada diez ciudadanos han jugado alguna vez con dinero. Lo más grave es que el juego en línea se ha popularizado en la franja de población más joven, que es la que mejor domina el mundo digital, especialmente en las apuestas deportivas, y en menor medida, el póquer, el bingo y el casino. Tienen las 24 horas para jugar desde el móvil y pueden hacerlo sin que nadie les vea. Lo peor es que asocian las apuestas al deporte y no son conscientes del riesgo de convertirse en adictos al juego y de las graves consecuencias que ello conlleva.
El aumento de los problemas psicosociales asociados al juego, especialmente a través de internet, ha provocado una intensa presión de la opinión pública para que se regule la promoción publicitaria de las apuestas online, se fomente el juego responsable y se lleven a cabo campañas de prevención para combatir la ludopatía.
El Ministerio de Sanidad, en un reciente estudio sobre adicciones, admite que el 3,5% de la población apuesta dinero online habitualmente pero que sólo un 0,4% podrían catalogarse como jugadores problemáticos. Otros estudios, sin embargo, señalan que, como mínimo, el 1% de la población juega de manera patológica. Por tanto, habría afectadas por el problema, en la actualidad, más de 400.000 personas, lo que convierte los juegos de azar en un problema de salud pública. Es evidente, en consecuencia, que el nuevo gobierno que salga hoy de las urnas tiene la responsabilidad de afrontar la regulación de este sector, y de la agresiva publicidad que realiza, para minimizar los riesgos que comporta.
El aumento que registran las ludopatías exige una regulación de los juegos
de azar por internet