“Los guardaespaldas no me protegen del Gobierno”
Orhan Pamuk, premio Nobel de Literatura
El turco Orhan Pamuk (Estambul, 1952) es la estrella del Hay Festival de Arequipa. El autor de obras como El libro negro o Nieve, odela recién publicada La mujer del pelo
rojo (Random House/més Llibres), habla con este diario de los cambios que el premio Nobel produjo en su vida –en su caso, le permitió crear un museo– y de la situación política de su país.
Lo primero que le dije a mi agente fue: ‘No te preocupes, esto no cambiará mi vida’. Desgraciadamente no pude cumplir mi promesa... pero en positivo: trabajo mucho más que antes. Gracias al Nobel he podido abrir mi Museo de la Inocencia en Estambul sin ningún problema económico. Los periodistas me piden que diga cosas malas sobre el Nobel pero no las hay. Yo estaba traducido a 46 idiomas, y tras el Nobel a más de 60, y aumentaron muchísimo mis lectores.
Y todos le piden su opinión...
Sí y, aunque por dentro me siento irresponsable como un niño –porque sólo así se puede ser un buen autor– también obedezco a esas demandas políticas, especialmente ahora que tengo tantos amigos en la cárcel, entre ellos varios escritores. Aprovechan para leerme porque, en prisión, tienen más tiempo.
¿Sigue en Estambul?
Paso un semestre en Nueva York, impartiendo clases en la Universidad de Columbia, y el resto del año en Turquía. Me ofrecieron más clases pero dije que no, ¿cómo abandonar ahora Turquía?
¿Sigue con guardaespaldas?
Hace ya 14 años, son para protegerme de la ira de la gente por la calle, para evitar agresiones, pero no me protegen del Gobierno (le he dado un buen titular, ¿eh?).
Háblenos del museo que ha creado.
Tiene que ver con mi novela homónima, El Museo de la Inocencia. Primero creé la Fundación de la Inocencia en el 2008 y el museo abrió en el 2011. Refleja el Estambul de las clases altas desde los 70 hasta comienzos del 2000. Se ve todo en una hora y veinte y se exhiben objetos que los personajes de la novela usaban, se ponían, escuchaban, veían, coleccionaban y todo aquello con lo que soñaban. Son más de mil objetos. Fue escogido mejor museo europeo del 2014, al principio despertó mucho interés pero luego, claro, empezaron a estallar bombas en la ciudad, había tomas de rehenes, y eso alejó a los turistas, bajaron el 60% de los visitantes. Ahora de nuevo estamos subiendo gracias a los turistas chinos. Yo les digo a los europeos que eso de no venir a Turquía para castigar a Erdogan es una estupidez. Si no vienen, a quien castigan es a Pamuk y no a Erdogan. ¡Vengan a Turquía! ¡No nos dejen aislados!
Usted fue uno de los Nobel más jóvenes. ¿No es demasiado recibirlo tan pronto?
A mí me sentó perfectamente. A esa edad lo disfrutas más. Se lo recomiendo a todos los escritores.
También ha iniciado una carrera como fotógrafo.
Sí. He publicado Desde el balcón, libro de fotografías tomadas desde mi terraza, que da al Bósforo. Y enseguida saldrá Naranja (la luz, no la fruta), donde fotografío de noche las callejuelas de Estambul aún iluminadas por esas bombillas amarillas anaranjadas, que están siendo sustituidas por las bombillas blancas. Quise fotografiar esa luz naranja antes de que se pierda para siempre.
No le gustó el Nobel a Bob Dylan, ¿verdad?
Fue un error, una decisión pésima, una bofetada en la cara a muchos escritores estadounidenses que se lo merecen.
Usted apoya al nuevo alcalde de la capital.
¡Claro! Me irritó que el régimen obligara a repetir las elecciones. Fue una decisión muy injusta, arbitraria, nos gobiernan como a un país medieval, no se respeta la constitución. La democracia no consiste solo en votar sino en garantizar los valores democráticos. ¿Qué pasa si el 51% de la gente vota exterminar al 49% restante? ¡Eso no es democracia!
¿En qué trabaja?
En una novela histórica ambientada en los inicios del siglo XX, en los últimos días del imperio otomano. Y Gallimard va a publicar mis dibujos y pinturas, mi arte gráfico. ¡Van a descubrirme como pintor!
PROTESTAS
“No venir a Turquía para castigar a Erdogan es estúpido, ¡castigan a Pamuk!”
VALORES
“La democracia no es sólo votar; ¿qué pasa si el 51% vota exterminar al 49%?”