La Vanguardia

¿Hay alguien más?

En otro partido plano y sin reacción del resto, al Barça le queda el crack

- CARLES RUIPÉREZ Texto Juan Bautista Martínez

Hay un hombre en España que lo hace todo. Ese es el pegadizo y repetitivo estribillo de una canción de Astrud. Se encarga desde servir copas hasta vender el diario y meter las anchoas en las aceitunas. El protagonis­ta inventa el Colacao y aún tiene tiempo de repartir las becas, de redactar las encuestas y pintar en las esquinas. Es un hombre orquesta moderno. Es uno pero hace el trabajo de once, o de 25. No es difícil reconocer en el Camp Nou a ese hombre pluriemple­ado y con tantas responsabi­lidades y que soporta todo ese peso a su espalda.

Sólo hace falta levantar la mirada y fijarse en el videomarca­dor. Eso lo aclara aún más. La pregunta es: ¿Y los demás? ¿Hay alguien ahí? Se supone que él es el extraterre­stre y no al revés. ¿Hay vida más allá de Messi?

Existían en la antigüedad las ciudades-estado. Existen ahora en el fútbol los equipos monojugada. Como mínimo se puede contar uno en ese grupo: el Barça, que entra en el campo con la única idea de esperar que el diez decida, que le llegue la inspiració­n, que salve la papeleta, que saque las castañas del fuego.

Una cosa es ser el jugador franquicia y que el equipo dependa del mejor del mundo, como los Bulls de Jordan, y otra es carecer de otro plan.

El Barcelona, dice el presidente Josep Maria Bartomeu, está preparando al equipo para cuando llegue ese día que casi nadie quiere pensar ni imaginar. El club se ha gastado 240 millones este verano, sin ir más lejos. Pero pasan los años, hay cambios en el banquillo, vienen y van los fichajes, y suerte de él.

No puede ser que en una primera parte en el Camp Nou contra un Celta en posición de descenso no se atreva a chutar a puerta nadie más. Fueron cinco disparos y todos salieron de sus botas. Mucho Messi, poco Barça. Porque los tres primeros goles llegaron a balón parado, no fruto de un juego que elabore ocasiones y que domine al rival.

Griezmann apenas tocó 13 veces el balón en ese primer tiempo y en la segunda no acertó cuando Messi le dejó solo ante Rubén. Junior se quedaba parado en vez de desdoblar a su extremo. Ansu Fati sólo tiene 17 años. A Sergi Roberto la alegría de jugar en el centro del campo le duró 20 minutos. A Arthur y De Jong se les intuye más que otra cosa.

Hubo un tiempo en que el Barcelona tenía la mejor banda derecha del mundo. Dani Alves subía y bajaba sin parar por el lateral. En el interior mandaba y ordenaba Xavi. Como extremo partía Messi, que se convirtió en el futbolista más desequilib­rante del mundo. Aquella época se acabó. Por ahí han pasado André Gomes, Semedo, Denis Suárez (ayer en el Celta), Aleix Vidal, Paulinho y hasta Douglas. El otro día, contra el Slavia, sin su buen amigo Luis Suárez, el argentino estuvo peloteando en el calentamie­nto con Arturo Vidal, que está en las antípodas.

El próximo partido del Barça, después del parón de seleccione­s, será contra el Leganés. Entonces Sergi Roberto estará sancionado por acumulació­n de tarjetas –ayer vio la quinta amarilla– y Semedo quizás aún no esté recuperado ya que ayer pidió el cambio en el minuto 21 por un problema en el sóleo. Por su parte, Moussa Wague, el otro especialis­ta de la plantilla, aún no ha jugado ni un minuto de los 1.440 que se llevan de temporada. Igual la solución ideal para Valverde sería utilizar al capitán en esa posición también.

La noticia fue que el cuarto gol no llevó su firma. Lo marcó Busquets. Un poco de ayuda.

POLOS OPUESTOS Griezmann tocó 13 balones en 45 minutos y después no acertó cuando Messi le dejó ante Rubén

SALTA LA SORPRESA

Hay que considerar noticia que el cuarto gol no fuese suyo, sino de Busquets

 ?? JOSEP LAGO / AFP ?? El delantero francés Antoine Griezmann se dispone a realizar un centro con la pierna izquierda
JOSEP LAGO / AFP El delantero francés Antoine Griezmann se dispone a realizar un centro con la pierna izquierda

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