La incertidumbre castiga la economía de la región
El Banco de España destaca el riesgo de Chile y Argentina
Las mayores economías de Latinoamérica están dando muestras de una debilidad que no se diluirá con toda probabilidad a corto plazo. En su último informe sobre la región, el Banco de España recuerda que, con la previsión de crecimiento por debajo del 1% para este año y en torno al 1,8% para el 2020, la incertidumbre amenaza con rebajar aún más dichas proyecciones.
El supervisor detalla los riesgos: “La situación de Argentina es incierta, especialmente debido a la falta de definición de las políticas económicas del Gobierno entrante. La incertidumbre política también afecta a Chile, tras las recientes tensiones sociales, y a Perú, dada la persistente crisis institucional”. Una situación que afecta también a México por la “elevada incertidumbre sobre el curso de las políticas económicas que se llevarán a cabo”. Tampoco ha despejado estas dudas Brasil, avisa el análisis, al tiempo que señalan que, una vez aprobada la reforma de las pensiones para contener la deuda pública, “no resulta todavía claro cómo evolucionará la agenda reformista del Gobierno”.
Por otro lado, el supervisor avisa de que las cuentas públicas en el club de las economías más potentes de América tienen poco “espacio fiscal”. En concreto, hace referencia al “elevado” déficit público en Argentina y, sobre todo, en Brasil –el FMI prevé que cierren el año con un desfase del 4% y el 7,5% del PIB respectivamente–. Y añade que México tiene también escaso margen de maniobra, por la situación de la empresa petrolera estatal Pemex.
Ante este panorama, el Banco de España destaca que “el crecimiento en las principales economías latinoamericanas se ha situado desde el 2012 por debajo del potencial y más alejado de este que otras regiones emergentes”.
Además, el informe sobre el segundo semestre de este año tiene en cuenta amenazas externas, como la evolución de las tensiones comerciales y una “eventual profundización de la desaceleración global”, sobre todo en EE.UU. y China, por su impacto en las condiciones financieras internacionales y en el precio de las materias primas.
Precisamente, los analistas del Banco de España han estimado cómo puede afectar la guerra comercial a las economías latinoamericanas. Según sus cálculos, estas tensiones –que justamente ahora viven un momento de tregua– restarían entre un 0,3% y un 0,4% de avance del producto interior bruto (PIB), en el acumulado del 2019 al 2021. El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos señala que el impacto estimado para la región de Asia emergente es del 0,4% del PIB. Y lo vinculan a “la menor apertura comercial y su menor integración en las cadenas globales de valor” de Latinoamérica. El rango inferior de la horquilla para los países sudamericanos parte de un supuesto basado en cambios en el comercio global debido al aumento de los aranceles en Estados Unidos y China.
El coste más elevado (del 0,4% del PIB) tiene en cuenta además el golpe derivado de la caída de la confianza y una mayor incertidumbre, una situación vinculada no sólo al “efecto directo por el aumento de las primas de riesgo de la inversión, sino también por el efecto de segunda ronda en la actividad mundial”. En todo caso, aclaran que estas simulaciones no tienen en cuenta la reacción expansiva de las políticas monetarias (“que ya se han iniciado”, recuerdan), una circunstancia que puede ayudar a mitigar el impacto negativo de la guerra de aranceles.
PASO ATRÁS
Desde el 2012, América Latina se aleja de la evolución de los emergentes
POCO ESPACIO FISCAL
El informe hace referencia al elevado déficit público de Argentina y Brasil