El PP frena su caída con dos escaños por Barcelona
Los populares ganan un diputado y superan a Cs y Vox
Con un único escaño más y un total de dos por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo cambió el guion de hace seis meses y salió con la cabeza alta a valorar los resultados del PP en Catalunya. “Es un crecimiento muy importante”, dijo pasadas las once y media de la noche, antes de felicitarse por haber conseguido “la confianza de los ciudadanos” y de erigir al PP “en el referente del constitucionalismo en Catalunya”.
La repetición de las elecciones brinda algo de oxígeno a los populares, que no sólo frenan la caída en picado de hace seis meses sino que consiguen sumar un segundo escaño por Barcelona, al obtener más de 280.000 votos y un 7,4%, frente a los 200.000 votos del 28 de abril y el 4,84%.
Sigue siendo un resultado mediocre para la candidatura de Álvarez de Toledo, si se tiene en cuenta que apenas saca partido de la caída generalizada de Ciudadanos, pero considerando la subida meteórica de Vox en toda España es comprensible que anoche los populares respiraran con cierto alivio. Las tres formaciones de derechas sacan dos escaños cada una en Catalunya, pero el porcentaje de voto del PP es superior al de sus dos adversarios.
Álvarez de Toledo se mostró pletórica: “La política consiste en inspirar confianza, que los ciudadanos crean en tu palabra y esta subida significa convencer a muchos catalanes de que el PP tiene un proyecto para Catalunya, que es un proyecto de defensa de la Constitución”, aseguró.
El resultado de dos diputados por Barcelona –el que esperaba el PP, según le indicaban sus propios sondeos– supone la repetición como diputada de Álvarez de Toledo y el estreno en el Congreso de la exdelegada del Gobierno en Catalunya Llanos de Luna. En Tarragona, en cambio, el partido sigue sin levantar cabeza y no ha podido recuperar la representación que había tenido en todas las elecciones al Congreso, salvo en las generales del 28 de abril.
“Nuestro resultado no lo valoramos con euforia pero sí nos da para una sincera alegría”, destacó la cabeza de lista del PP en Catalunya, que como ya ocurrió en abril, no pudo votarse a sí misma ya que está empadronada en Madrid. “Muchas personas daban por hecha la extinción del PP y hemos crecido, de manera notable”, añadió. Incluso se permitió expresar la “felicidad de estar por encima de la CUP” y de “los otros dos partidos que disputan el espacio del constitucionalismo”. Para la candidata del PP, Vox es constitucionalista, pero los socialistas no.
Como ya hicieron en abril, los populares planificaron una campaña poco ambiciosa en Catalunya para esta repetición electoral, con actos de pequeño formato y una asistencia de entre cincuenta y cien personas. El mensaje también fue un calco de la campaña anterior, ya que Álvarez de Toledo se limitó a atacar al independentismo y sólo habló de economía –uno de los temas en los que más insistió Pablo Casado, sobre todo en la precampaña– para poner de manifiesto el riesgo que supone el secesionismo para la buena marcha de la economía catalana.
Los votos del PP en Catalunya este 10-N, aunque suponen una mejora respecto a los de hace seis meses, están todavía lejos de las cifras que obtenían hasta hace tres años. Con altibajos, y siempre en sintonía con los resultados que sacara el partido a escala estatal, en Catalunya nunca habían quedado por debajo del 10,6% de los votos y los cuatro diputados que obtuvieron la primera vez que concurrieron a unas generales, en octubre de 1989, el año de la fundación del PP.
Conscientes de la dificultad de recuperar el impulso en Catalunya, que sigue siendo la plaza más difícil para los populares, el ambiente anoche en la sede central del partido en Barcelona, era desangelado. Ni siquiera se convocó a la militancia.
Álvarez de Toledo erige a su partido como “el referente del constitucionalismo en Catalunya”