Industria creativa, Shanghai versus Barcelona
PIERDE FUELLE EN EL ÁMBITO DE LAS INDUSTRIAS CULTURALES ANTE OTRAS CIUDADES LAS INDUSTRIAS CREATIVAS SON UN PILAR BÁSICO EN LA ESTRATEGIA DE LA CIUDAD DEBEMOS APROVECHAR LA BUENA SALUD DE LAS EMPRESAS DIGITALES
BARCELONA
Barcelona fue durante muchos años una de las ciudades con uno de los sectores culturales y creativos más dinámicos de Europa. Sin embargo, en los últimos tiempos, industrias como la del cine y vídeo, el diseño industrial, el diseño gráfico, la arquitectura, la moda, la publicidad o incluso la edición y la publicación han perdido fuelle a favor de otras ciudades. Se encuentran ahora ante una encrucijada complicada debido a diversos factores: un modelo de negocio que, en muchos casos, está obsoleto; un desmantelamiento del sistema de ayudas, y una sociedad cambiante, a veces radicalizada y poco tolerante, entre otros aspectos. Estamos en un nuevo escenario, y Barcelona necesita que estas entidades vuelvan a tener un papel importante en el desarrollo económico de la ciudad.
SHANGHAI
Recién salidos de SH Photofair y de la semana de la moda de Shanghai –donde han estado presentes marcas patrias muy conocidas como Anirac o Lu Kun y otros gigantes globales como Gucci o Dior–, ayer se clausuró la sexta edición de ART 021 SH, una feria de arte que ha logrado reunir a las galerías más innovadoras around the globe, como Arario de
Seúl o The Mistake
Room de Los Ángeles.
En una metrópoli con alma y orígenes de cultura mixta como Shanghai, Ayuntamiento y
Gobierno apostaron hace años por las industrias creativas, incentivando a empresas con ayudas, implementando estrategias en los diferentes clústeres, etcétera. Hoy, Shanghai no sólo tiene una oferta diversificada de certámenes todo el año sino que, gradualmente, esta industria se convierte en pilar básico en la estrategia de futuro y economía de la ciudad.
‘TO DO’
Teniendo en cuenta la desproporción de presupuesto público que, probablemente, existe entre estas dos ciudades hermanadas, me parece primordial encontrar nuevas maneras de enfocar el desarrollo de las industrias culturales en Barcelona, alternativas a otras más tradicionales. Una referencia excelente es la fórmula MWC + Sonar, que demuestra que aunar modelo de industrias culturales y tecnológicas puede funcionar. Debemos aprovechar esta situación coyuntural: por un lado, la buena salud de las empresas tecnológicas-digitales, y, por otro, la tradición cultural de Barcelona en todos sus ámbitos. Apoyado por las instituciones, podría resultar en propuestas modernas y actualizadas en términos de gestión y ahorro en utilización de recursos, así como una vía clave para acceder al ámbito internacional.