El Estado ignora las quejas por la nueva ley de Costas
Cierra el tercer club náutico de playa, el de Pineda de Mar, y el ministerio sigue sin dar respuesta a la Generalitat
La Generalitat lamenta que el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) haga caso omiso a las peticiones del Departament de Territori i Sostenibilitat para tratar la problemática continuidad de los clubs náuticos de playa en el litoral catalán. Desde Catalunya intentan acercar posiciones ante las amenazas de sanción que reciben las instalaciones catalanas por parte del Estado en aplicación de la nueva ley de Costas, que limita las concesiones playeras a 300 metros, una distancia que incumplen todos los centros náuticos del litoral catalán.
El Club Náutico de Pineda de Mar ha sido el último damnificado. Se ha visto obligado a cerrar sus puertas para proceder a su demolición. De no hacerlo, las sanciones podían superar los 60.000 euros en primera instancia.
Pese a los intentos fallidos del conseller de Territori, Damià Calvet, de la Federación Catalana de Vela y de los clubs catalanes para negociar con el Miteco, este prosigue con su iniciativa, obliga a los clubs deportivos, en última instancia, a cerrar sus instalaciones al caducar la concesión, como es el reciente caso del de Pineda, un club con 29 años de historia y que cuenta con más de un centenar de asociados y una masa social de 1.500 personas y 10 empleados.
En este caso, el Ayuntamiento de
Pineda, que ya dispone de una base náutica propia, negocia con el club deportivo la posibilidad de hacerse con los módulos de que dispone en sus instalaciones. El alcalde Xavier Amor tiene prevista una reunión con el jefe de Costas para tratar el asunto, pero por el momento los socios y las embarcaciones se trasladan al Club Náutico de Calella, también amenazado, igual que otras diez entidades de la costa catalana como las de Badalona, Torredembarra, El Masnou, Vilassar de Mar o Sant Pol de Mar.