La Vanguardia

Medida universal

- Magí Camps mcamps@lavanguard­ia.es

Qué tienen en común Estados Unidos, Liberia y Birmania? Pues que son los tres únicos países del mundo que no miden las cosas con el sistema métrico decimal, actualment­e sistema internacio­nal de unidades. En el país del Tío Sam los coches recorren millas y el depósito se llena con galones de gasolina. Un galón son 3,78 litros. Pero al observar que la leche y los zumos van en tetrabriks, uno piensa: mira, aquí sí usan el litro. Y no es exactament­e así. Un tetrabrik en Estados Unidos es un cuarto de galón, es decir, 0,95 litros, casi un litro, sí, pero falta un sorbo, y pesa un poco más de dos libras, casi un kilo, pero no llega.

El sistema métrico fue propugnado en 1791 en plena Revolución Francesa, para unificar la variedad de sistemas de medida existentes. Midieron el pedazo de tierra más largo que tenían a mano en sentido norte-sur, entre Dunkerque y Barcelona, y fijaron la diez millonésim­a parte del cuadrante del meridiano terrestre para el metro.

Pero las cosas se complican cuando hay que hablar de grandes medidas. No porque el sistema internacio­nal de unidades no sea solvente, sino porque cuesta imaginarse qué superficie supone, por ejemplo, las mil hectáreas que han quemado en un incendio. Si una hectárea son 100 áreas, que equivalen a 10.000 metros cuadrados, estamos demostrand­o

Los campos de fútbol han resuelto el dilema de los informador­es para hablar de grandes superficie­s

que dominamos bien la conversión de medidas dentro del sistema, pero esas 1.000 hectáreas quemadas yo no me las puedo imaginar.

En la ciudad de Barcelona existe la tradición de equiparar hectáreas con manzanas del Eixample, aunque no sea muy preciso. Una manzana ocupa unas 1,25 hectáreas, por lo tanto, cuatro manzanas son cinco hectáreas. El problema es que es una medida orientativ­a que sólo vale para los que conocen Barcelona.

Los periodista­s, sin embargo, con el fin de ganar claridad en las informacio­nes, han hallado finalmente el mejor sistema internacio­nal de medida: un campo de fútbol. Los campos no son todos iguales, pero tomemos como estándar uno de 110 por 70 metros. Tenemos, pues, 7.700 m2, que no llega a la hectárea. Así, en la informació­n del incendio, si convertimo­s las mil hectáreas en campos de fútbol, salen 1.300. Tampoco sé exactament­e cuánto ocupan 1.300 campos de fútbol, pero lo que queda claro es que se ha quemado mucho bosque.

Si seguimos con este nuevo paradigma, llegará un día en que abandonare­mos el sistema internacio­nal y volveremos a medidas variables en cada país, como lo fueron la onza o el pie. De entrada, con respecto al campo de fútbol, habría que fijar de qué tamaño hablamos, si de un campo de Champions o de tercera regional; en Estados Unidos habría que ver cuánto mide uno de fútbol americano y, entre todos juntos, sacamos la media.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain