La Vanguardia

Entrevista a Francesco Molinari, campeón del British 2018

Francesco Molinari, golfista profesiona­l, campeón del Open Británico en el 2018

- LUIS BUXERES Belek (Turquía) Enviado especial

Ha intentado esquivar los focos de la fama hasta que sus éxitos se lo han hecho imposible. Francesco Molinari (Turín, 1982) ha aceptado su nuevo rol de estrella aunque admite que aún se está acostumbra­ndo. Primer italiano en ganar un British Open, el menor de los Molinari se consagró definitiva­mente meses después en la Ryder Cup de París, en la que se convirtió en el primer europeo de la historia en sumar los cinco puntos. Un hito que le convirtió en un jugador muy popular entre el público.

Fue una semana perfecta, ¿no?

La verdad es que sí. Y eso que no llegué en muy buena forma. En las primeras vueltas de prácticas no me sentía bien pero a medida que pasaron los días, poco a poco, pude volver a sentir un buen nivel de juego. Además, con la adrenalina que hay en el campo, con el público y todo lo que rodea a una Ryder es muy fácil encontrar energías que en otros torneos no son tan fáciles de encontrar.

Empezó la temporada muy bien, ganando en Bay Hill, pero desde el Masters parece que ha perdido energía, ¿está cansado?

Cansado no, porque no he jugado mucho este año. Creo que después de Augusta perdí un poco de confianza. Venía de un periodo con mucha confianza el año pasado y perdí un poco en el Masters. También he perdido un poco el juego largo, sobre todo, algo que había hecho muy bien durante muchos meses. Pero claro, esto es golf, es deporte, y no siempre puedes estar a tope.

¿Le ha dado muchas vueltas a aquel fatídico golpe en el 12 del Masters y al triunfo de Tiger?

Fue un golpe más duro de lo que imaginaba cuando pasó. Pero la temporada aún no ha terminado y es un poco pronto para hacer muchos análisis. Aún estoy centrado en competir. En dos semanas, cuando acabe, me sentaré y pensaré un poco más en lo que me ha pasado.

El año que viene hay Juegos Olímpicos, ¿le ilusionan?

La verdad es que hace cuatro años no era una cosa que sentía mucho pero ahora ha cambiado y creo que sí sería una experienci­a que me gustaría tener como deportista y con mi edad puede ser mi última oportunida­d.

¿Cómo se prepara una temporada tan intensa como la que se avecina?

Pues voy a intentar aprender de lo ocurrido este año. Desde Augusta, los meses parece que hayan pasado muy rápido porque ha habido torneos importante­s casi seguidos. Tengo que estar preparado para esa circunstan­cia y aún más si hay Juegos, que lo hará más difícil.

¿Tienen cabida en el golf profesiona­l dos circuitos tan grandes como el europeo y el americano?

No, cualquier persona diría que lo lógico sería, como sucede en otros deportes, que hubiera un circuito mundial. Pero el tema es cómo llegar a esa solución, no va a ser fácil. Son dos circuitos distintos, cada uno con sus fortalezas. Creo que a todos los que jugamos los dos tours nos gustaría un montón, pero no depende de nosotros.

¿Es algo que se comenta entre los jugadores?

Lo hablamos, claro que sí, y todos pensamos más o menos lo mismo. El problema es que los dos circuitos llevan tantos años que ninguno quiere regalar derechos al otro.

En los últimos años se ha consagrado usted como uno de los mejores jugadores del mundo, ¿qué ha cambiado?

Me noto distinto en muchas cosas. He trabajado mucho diversos aspectos. Desde el físico a la técnica, pasando por el juego corto o el aspecto mental. Empecé mi carrera muy bien porque gané en el Circuito Europeo antes de lo que pensaba y he llegado bastante rápido a jugar una Ryder Cup y a ganar un Mundial, cosas que no pensaba lograr tan rápido, pero luego llegué a un momento en el que me faltaba confianza para seguir y subir de nivel.

¿Y cómo lo consiguió?

Trabajando y buscando personas que me han ayudado. Así he podido jugar incluso mejor que antes.

¿Ha crecido mucho su equipo estas últimas temporadas?

Ha crecido con el paso de los años. Mi entrenador, Denis Pugh, está conmigo desde el comienzo, pero es verdad que poco a poco se han juntado un entrenador de putt, de juego corto, un preparador físico y un encargado del aspecto mental. Ha sido un proceso gradual, no fue todo en una misma temporada. Poco a poco he ido buscando personas que me ayudaran y he tenido la suerte de acertar en mis decisiones.

Desde fuera siempre se hace hincapié en la mejora que ha experiment­ado con su putt.

La verdad es que ha sido muy importante. El año pasado estaba jugando muy bien pero la verdad es que no tenía el nivel de putt suficiente para competir a nivel top y Phil (Kenyon) me ha ayudado mucho. Además, nos entendimos desde el principio muy bien y seguimos con ese trabajo. Ha pasado de ser una parte bastante débil de mi juego a una muy fuerte.

¿Mejorar el putt es pura técnica o todo está en la cabeza?

El primer trabajo que hicimos fue técnico porque hacía falta una base de cierto nivel. Pero ahora estamos trabajando mucho más la lectura de greens y el control de velocidad. Hemos evoluciona­do mucho desde que empezamos hace un año.

Acaba de romper la relación de cuatro años con su caddie, Pello Iguarán, con el que ha ganado casi todo. ¿Qué sensación le deja esta etapa?

Han sido los cuatro mejores años de mi carrera. Cuando empezamos estábamos bastante más atrás de donde estamos ahora, que lo hemos dejado, y eso demuestra el buen trabajo que hemos hecho juntos. Siempre me he entendido muy bien con Pello, aunque la relación entre un jugador y un caddie siempre es complicada porque es una amistad pero también un trabajo. Hemos hecho todo lo que teníamos que hacer juntos pero habíamos llegado a un punto que lo mejor para los dos era separarse y buscar otros caminos.

Siempre habla con mucho cariño de él, ¿fue un momento muy duro el final?

Sí, fue muy duro, aunque estábamos bastante de acuerdo los dos. Cuando hablé con él lo entendió muy bien y me dijo que estaba de acuerdo que era la mejor decisión. Fue un momento emocionalm­ente muy duro después de cuatro temporadas y muchísimos éxitos. Además, teníamos una relación muy directa, pasábamos mucho tiempo juntos fuera del campo del golf, compartien­do muchas cosas, lo que hizo que todo fuera aún más duro.

Cuando no está metiendo putts se le ha visto feliz entre fogones...

La afición por cocinar me viene de viajar tanto desde que era joven. Empecé a cocinar para no tener que comer fuera todos los días. Me gusta probar cosas nuevas aunque no tengo muchos fundamento­s porque he aprendido solo.

¿Algún plato estrella?

Me gusta hacer pastas, risottos... lo típico italiano. También me salen muy bien las pizzas. Siempre intento cosas nuevas pero a veces no salen a la primera y toca aprender del error.

Hay un Inter-barça a la vuelta de la esquina que puede ser decisivo en la Champions y usted tiene sangre nerazzurra...

No tenemos muchas expectativ­as en la Champions este año, la verdad. El Inter tiene un equipo muy joven que justo ha empezado este año con Conte. Casi es mejor quedar eliminados de la Champions y centrarse en la Serie A. Quizás el año que viene podamos ser más competitiv­os en la Champions.

Es licenciado en Económicas, ¿ha pensado ya en qué hará cuando acabe su carrera deportiva?

La verdad es que no creo que juegue el Champions Tour (circuito sénior) porque tengo hijos que empiezan a ser mayores y me gustaría estar en casa con ellos antes de que se vayan de verdad. Estoy empezando a pensar qué hacer pero de momento no tengo muchas ideas. ¡Tengo tiempo para pensarlo!

LA CLAVE DE SU ECLOSIÓN

“El putt ha pasado de ser uno de mis puntos débiles a una de mis fortalezas, antes no tenía nivel ‘top’”

COMO EN EL TENIS

“No veo futuro a dos grandes circuitos de golf, lo lógico es que hubiera un solo circuito a escala mundial”

 ?? STUART FRANKLIN / GETTY ?? Francesco Molinari, con el uniforme del equipo europeo en la Ryder Cup del 2018 celebrada en París
STUART FRANKLIN / GETTY Francesco Molinari, con el uniforme del equipo europeo en la Ryder Cup del 2018 celebrada en París
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain