La Navidad, en peligro
La acampada también ensombrece las celebraciones navideñas. Unos cuantos comerciantes de la plaza y la calle Pelai llegaron a un acuerdo con la fundación Tot Raval para iluminar Universitat, para colgar unas guirnaldas confeccionadas los últimos años en un programa de integración social. Son unos adornos inspirados en varias colecciones de fotos que reflejan la diversidad cultural del Raval. El problema es que el número de negocios de Universitat no es suficiente para financiar la idea y que algunos de los patrocinadores que habían encontrado dicen ahora que no quieren pagar nada, que la plaza presenta un aspecto lastimoso, que no merece la pena adornarla. Sería la primera Navidad en que se decora este espacio. Además, las luces de Pelai también peligran. Aquí, por motivos de seguridad, aún no ha comenzado la instalación de las guirnaldas. La verdad es que este céntrico rincón no huele a Navidad. Hasta la histórica administración de lotería El Gato Negro ve cómo bajan sus ventas de décimos. “La gente nos llama y pregunta si se puede llegar hasta aquí –lamentan al otro lado del mostrador–, y luego no vienen. La gente viene cada vez menos al centro. Esto no le hace ningún bien al espíritu navideño. Y nosotros vivimos de eso, de la ilusión de la gente; ¿cuánto tiempo van a permitir que estemos así?”