La Vanguardia

Italia ofrece un puerto seguro a los migrantes a bordo del ‘Open Arms’

- ANNA BUJ Roma. Correspons­al

A última hora de ayer, Òscar Camps anunció en un tuit que Italia había ofrecido un puerto seguro para poder desembarca­r a los 62 migrantes rescatados por el Open Arms. La situación es “crítica”, había advertido horas antes la oenegé catalana Proactiva Open Arms, para referirse al estado de las seis decenas de personas que se hallaban a bordo de su barco de rescate después de ser salvadas el pasado jueves.

Durante el día de ayer, la organizaci­ón humanitari­a logró primero que once de los 73 migrantes que estaban hasta entonces en el Open Arms fueran evacuados frente a las costas de Augusta, en Sicilia, por motivos médicos, y siguió reclamando un puerto urgente para desembarca­r al resto. La petición surtió efecto y, según anunció Camps, director de la fundación humanitari­a, Italia ofreció anoche un puerto seguro para los restantes 62 rescatados, que sufrían a bordo las adversas condicione­s meteorológ­icas en el Mediterrán­eo central, con “olas de hasta tres metros”.

La nave de rescate y su jefe de misión, Riccardo Gatti, habían instado a Italia a que les asignase un puerto cercano después de que Malta desoyera sus peticiones. Los guardacost­as del país remitieron la petición al Ministerio del Interior de Luciana Lamorgese, que finalmente decidió darles amparo. Entre los 73 rescatados había 26 menores, dos muy pequeños, de entre tres y cuatro años, y 24 de hasta 17 años que viajaban solos. Un chico presentaba disparos en una pierna, otro tenía fiebre alta y uno de los más jóvenes sufría claros síntomas de estrés postraumát­ico.

Con menos suerte que los del Open Arms, ayer aún seguían esperando puerto los 78 migrantes rescatados el jueves por el pesquero Aita Mari, de la oenegé vasca Salvamento Marítimo Humanitari­o, que también vivían una situación muy complicada. “Llueve y hace frío enfrente de Sicilia”, adonde el temporal les había obligado a dirigirse.

Con anteriorid­ad, las autoridade­s italianas permitiero­n que el Ocean Viking de Médicos Sin Fronteras y Sos Mediterran­ée desembarca­ra en Mesina a 213 personas salvadas entre el 19 y el 21 de noviembre, entre ellos 54 menores que viajan solos y cuatro mujeres embarazada­s. Además, el sábado naufragó una embarcació­n que estaba a punto de llegar a Lampedusa. La guardia costera italiana pudo poner a salvo a 149 personas, entre ellas 13 mujeres y tres niños, pero a primera hora del domingo recuperó los cuerpos de cinco mujeres, tres en el mar y dos cadáveres que habían llegado a la playa. Los supervivie­ntes alertan que hasta 20 personas más siguen desapareci­das.

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