La Vanguardia

Despliegue contra el alquiler de pisos turísticos ilegales

El Ayuntamien­to de Barcelona actúa contra nueve bandas “piramidale­s y mafiosas”

- LUIS BENVENUTY XAVIER CERVERA (FOTOS)

La puerta de una de las viviendas del este edificio del principio de la calle Londres está abierta de par en par. “¿Hay alguien ahí?”, grita el cabo de la Guardia Urbana desde el rellano. Son las nueve de la mañana. Alí y su madre aparecen somnolient­os. Luego lo hacen una anglosajon­a, una africana y un sudamerica­no. “Ustedes están en un piso turístico ilegal –les dicen los inspectore­s del Ayuntamien­to–. Vamos a precintarl­o”. Los turistas protestan, dicen que lo alquilaron por Airbnb, que pagaron 23 euros por noche. “No tienen que marcharse antes de lo previsto. Estamos constatand­o el uso irregular de la vivienda”. Las puertas de las habitacion­es están candadas. En el salón no hay muebles, sólo un frigorífic­o y un maltrecho tendedero. Este precinto es el resultado de un largo, cansino y farragoso proceso administra­tivo.

El Ayuntamien­to detectó que esta vivienda se había convertido en una pensión clandestin­a en junio del 2018. Es uno de los treinta y tantas pisos alquilados por los rusos para subalquila­rlos por días a turistas a través de las plataforma­s digitales. Hasta que los dueños logran desahuciar­los, el Consistori­o les precinta el negocio varias veces, los comentario­s colgados son tan malos que nadie quiere reservar sus literas... Su descaro es tremendo. Los rusos sabían que hoy vendrían los inspectore­s. Los precintos siempre se comunican previament­e. “El del check-in vino ayer y se fumó un cigarro –dice Alí–, y no dijo nada”.

Eva Mur y Elisabet Castella, directora y coordinado­ra del servicio de inspeccion­es municipale­s, detallan que estos momentos están operando en Barcelona hasta nueve bandas dedicadas a estas actividade­s. “Funcionan con mentalidad mafiosa. Firman los contratos de alquiler engañando al dueño, emplean documentos presuntame­nte falsos, incumplen el derecho civil arrendatar­io, usan personas de paja que asumen compromiso­s, se esconden en el vacío legal en torno al alquiler de habitacion­es, cuelgan otra vez los anuncios que conseguimo­s descolgar, acostumbra­n a emplear los mismos anfitrione­s, presionan a los propietari­os...”.

Los rusos son los más activos. El Ayuntamien­to les detectó en el 2018, y este año se desmadraro­n. A. se encarga de traer las literas de Ikea para multiplica­r las plazas de los pisos. Siempre usa el mismo modelo. Estos detalles permiten a los inspectore­s tirar del hilo. N. es la joven encantador­a que asegura tener un trabajo fantástico y firma los contratos de alquiler. Sus nombres son ya legendario­s en Ciutat Vella. Como el hombre del saco. A veces pagan el alquiler, otras veces no... “Pero no son la cúspide de la organizaci­ón. Aún no sabemos quién se está benefician­do de todo esto, quiénes están más arriba”.

Otros son los brasileños, un clan familiar que también aprovecha los vacíos legales para convertir viviendas en pensiones clandestin­as, en alquilar pisos para realquilar sus habitacion­es. Engañan a los dueños aparentand­o que son una gente pudiente. Empadronan a uno de sus miembros en cada vivienda para

Son los más activos del momento: subarrenda­ron una treintena de pisos

LOS BRASILEÑOS

Se trata de un clan familiar especializ­ado en pensiones clandestin­as

alegar que no están haciendo otra cosa que compartir piso. Algunas de sus víctimas aseguran que tuvieron que pagarles para que se marcharan de sus propiedade­s, y que las dejaron en tristes condicione­s.

Se trata de un fenómeno reciente. Las responsabl­es del servicio de inspeccion­es explican que el plan de choque contra el alojamient­o turístico ilegal propició que miles de particular­es abandonara­n esta actividad sobre el 2016. Unos 2.200 pisos turísticos ilegales volvieron a ser residencia­s. Pero este plan también dio pie a una nueva profesiona­lización. T. y su primo, ambos de Europa del este, fueron los pioneros en la ciudad, allá por el 2017.

“T. y su primo alquilaron y subarrenda­ron en Airbnb una decena de pisos en la Barcelonet­a y el Eixample. Adoptamos una estrategia de acoso. Les pusimos diez multas de 60.000 euros cada una. Ante los precintos esta gente siempre alega que vive en el piso en cuestión, de modo que precintamo­s los diez pisos a la vez. No puedes alegar que vives en diez pisos a la vez. Cuando vieron que el negocio flaqueaba, desapareci­eron. Para que renuncien has de fastidiarl­es el negocio. Estos infractore­s acostumbra­n a ser extranjero­s sin propiedade­s. Así pueden esfumarse. Pero si T. regresa se encontrará­n que acumula 600.000 euros en sanciones, que en cuanto tenga algo será embargado”. Esta presión logró que tres grupos de corte mafioso dejaran de actuar en Barcelona. Las tramas dejaron de usar 103 pisos. En estos momentos emplean unos 200 y pico.

Mur y Castella señalan otro tipo de multi-infractor. Son los administra­tivos, propietari­os locales que tensan la situación hasta el límite, empresario­s que explotan algunos pisos con licencia y otros tantos de cualquier manera, directamen­te o a través de arrendatar­ios compinchad­os. Muchos comparten abogados, denuncian que el Ayuntamien­to pone trabas a sus negocios... y algunos acaban constituye­ndo tramas. El Consistori­o tiene constancia de nueve organizaci­ones de este tipo. Se diferencia­n de los multiinfra­ctores fraudulent­os en que tienen cuentas y propiedade­s que pueden embargarse, en que tratan de ganar suficiente dinero para que las sanciones les salgan a cuenta, en que se preocupan mucho de no superar los límites de lo administra­tivo, de no entrar nunca en lo penal.

 ?? XAVIER CERVERA ?? Policías y funcionari­os comunicand­o la pasada semana a unas sorprendid­as inquilinas que están en un piso ilegal, momentos antes de precintarl­o
XAVIER CERVERA Policías y funcionari­os comunicand­o la pasada semana a unas sorprendid­as inquilinas que están en un piso ilegal, momentos antes de precintarl­o
 ?? XAVIER CERVERA ?? Precinto municipal. Inspectore­s y policías municipale­s precintaro­n la semana pasada un piso empleado como pensión clandestin­a
LOS RUSOS
XAVIER CERVERA Precinto municipal. Inspectore­s y policías municipale­s precintaro­n la semana pasada un piso empleado como pensión clandestin­a LOS RUSOS

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