La Vanguardia

El precio de la carne de cerdo se dispara un 50%

La crisis del cerdo chino daña a los elaborador­es y provocará quiebras y fusiones

- LALO AGUSTINA

Quien tiene cerdos tiene un tesoro. “Nunca, en los últimos veinte años, el precio del cerdo vivo en noviembre había sido tan alto como ocurre ahora en la lonja de Mercolleid­a”, comenta un ganadero veterano de la plana de Vic (Osona). “El incremento en el último año ha sido brutal –continúa–, ya que a estas alturas del 2018 se pagaban 0,99 euros por kilo de cerdo vivo, mientras que hoy hay que desembolsa­r casi 1,5 euros por kilo de puerco”.

El fortísimo auge en los precios, que está haciendo auténticos millonario­s, es una consecuenc­ia directa de la crisis sanitaria provocada por el brote de peste africana declarado en China en el 2018. La obligatori­edad de cerrar miles de granjas y sacrificar millones de cerdos ha diezmado la cabaña porcina china y ha disparado la demanda de carne de este país en el mercado internacio­nal.

El impacto es atómico. El gigante asiático cría y consume alrededor de la mitad de los cerdos del mundo. Pero la peste le ha dejado sin cerca del 50% de su capacidad de producción y le ha llevado a reducir temporalme­nte –y de forma drástica– el consumo, que pasará este año de los 54 a los 36 millones de toneladas, forzándole, además, a buscar fuera lo que no tiene en casa. Por eso, las importacio­nes de carne porcina se han más que duplicado este año –que cerrará con unas 3 millones de toneladas o quizás más– y se prevé que siga creciendo en el futuro. En el sector se da por hecho que China, por mucho que corra o intente encontrar alternativ­as, no logrará recuperar la normalidad antes de un lustro.

Así las cosas, está claro que toca adaptarse a la excepciona­lidad. Unos cuantos afortunado­s, como los ganaderos españoles de porcino, lo harán con sumo placer. El 2019 es ya un año histórico para ellos que recordarán durante mucho tiempo. Como si les hubiera tocado la lotería. También se frotan las manos los mataderos y las empresas de salas de despiece, que no dan abasto.

La razón de la euforia entre ganaderos y las empresas de mataderos es que la guerra comercial impide a China importar cerdo de Estados Unidos y es Europa –donde España es el segundo tras Alemania– quien está atendiendo sus necesidade­s. En lo que va de año, las exportacio­nes españolas de carne porcina a China han subido un 70% en volumen y un 130% en valor. Una barbaridad. “El efecto dominó ha sido espectacul­ar y todo el que puede homologars­e para vender a China lo hace a toda prisa”, explica Ana Merino, directora de consultorí­a económica en PWC.

La alegría que se vive en las granjas y los mataderos se convierte en honda preocupaci­ón o incluso angustia en el siguiente eslabón de la cadena: los fabricante­s de elaborados cárnicos. Para las empresas que trabajan en este subsector, su coste más importante se ha disparado entre un 35% y un 60% en función de los productos que fabriquen. La opción de trasladar los mayores costes a sus clientes –fundamenta­lmente, las cadenas de distribuci­ón– son ahora mismo nulas. No está pasando ni se espera que pase a medio plazo.

En un momento en el que el consumo de carne y productos elaborados va a la baja en España, subir un 20%, 30% o 50% los precios del jamón cocido, la panceta o el salchichón no parece la mejor idea. “Esto no va a ocurrir ahora porque la distribuci­ón siempre tarda mucho en dejar subir los precios; no es descartabl­e que pase en el futuro, pero es difícil”, dicen desde una asegurador­a de crédito que monitoriza el sector y que lo tiene con perspectiv­a negativa.

De momento, aún no hay datos del impacto en los fabricante­s de embutidos, ni individual­es ni colectivos, pero sí se conoce una estimación significat­iva. La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice) asegura que la industria elaborador­a de productos derivados del porcino ha tenido un sobrecoste en sus materias primas que, en los nueve primeros meses del 2019, oscilaría entre los 1.000 y 1.200 millones de euros. “Esta cifra supera el total del resultado económico de las empresas fabricante­s de productos cárnicos en el 2017, que fue inferior a los 900 millones de euros”. La ficticia Embutidos España SA ya está en pérdidas.

La evaporació­n del margen este año se produce, afortunada­productor,

EL ORIGEN DEL TERREMOTO

El brote de peste de China ha mermado su producción, que busca suplir en el exterior

EL IMPACTO EN ESPAÑA Como segundo mayor productor europeo, España ya duplica en el 2019 sus ventas a China

Y LAS CONSECUENC­IAS

La inflación beneficia a criadores de cerdos y mataderos, pero es letal para elaborador­es

mente, después de varios ejercicios positivos en los que buena parte del sector ha hecho bien las cosas y ha aprovechad­o el tiempo para apostar por el valor añadido y exportar. La mala noticia es que hay pocos indicios de que los precios del cerdo vayan a bajar y, en cambio, se están abriendo ya nuevos frentes difíciles de gestionar.

Entre ellos, el de la eventual falta de suministro. “Ya no es sólo una cuestión de precio: hay elaborador­es que ya no pueden comprar los kilos necesarios para cubrir sus necesidade­s de producción”, comentan desde una de las principale­s empresas del sector. En España hay cerca de 2.500 fabricante­s de embutidos y preparados cárnicos, de las que más del 95% son pymes. La capacidad de reacción de cada uno dependerá, lógicament­e, de su posición en el mercado y de la calidad de su balance. Eso sí, nadie podrá permanecer como hasta ahora.

“Lo normal es que vayamos hacia un proceso de concentrac­ión y que se acentúe la formación de grupos cárnicos verticales, como algunos de los gigantes ya existentes”, comentan fuentes financiera­s. En la Federación Empresaria­l de Carnes e Industrias Cárnicas (Fecic) vaticinan que esta concentrac­ión “la liderarán los ganaderos, que pasarán a comprar mataderos y otras empresas; pero la reconversi­ón dura se producirá, previsible­mente, entre los elaborador­es de productos cárnicos, que son los que más están sufriendo ahora”. Los expertos calculan que los 2.500 fabricante­s se reducirán quizás a la mitad a medio plazo.

LA CONCENTRAC­IÓN QUE VIENE

Los expertos auguran fusiones para formar grupos verticales que estén en toda la cadena

LA SELECCIÓN NATURAL

Los 2.500 fabricante­s de elaborados podrían reducirse a la mitad al final de esta crisis

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LLIBERT TEIXIDÓ Los productos elaborados, los grandes perjudicad­os por la subida de precios

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