Barcelona 1992-Tokio 2020, dos historias de reinvención
BARCELONA
En 1992 Barcelona dijo ¡hola! al mundo con una sonrisa. Los Juegos Olímpicos de Barcelona fueron extraordinarios en muchos aspectos; más allá del éxito deportivo, rediseñaron la ciudad para hacerla más habitable y mejor comunicada. Barcelona mostró sus encantos, su cultura, su creatividad y multiplicó por diez sus visitantes; demostró su eficiencia organizativa como eje global de congresos y exposiciones; devolvió el prestigio perdido a los
JJ.OO., reinventando el modelo económico al cubrir los gastos mediante ingresos de patrocinadores y televisiones; transformó la estructura del PIB, atrayendo inversiones públicas y privadas equivalentes a 50 años. Barcelona fue calificada como la joya de la economía española y del sur de Europa. Enamoró a ciudadanos, deportistas, turistas, inversores… ¡A todo el mundo!.
TOKIO
Tokio albergó en 1964 los Juegos Olímpicos de la tecnología, con la televisión a color y la retransmisión mundial vía satélite. La ciudad se transformó con una arquitectura y una urbanística de vanguardia, y comenzaron a rodar los trenes bala a 210 km/h. Ahora se construye el “Nuevo Tokio.
Nuevo Mañana”, que acogerá los Juegos en el 2020. Yuriko Koike, gobernadora de Tokio, fijó como parte troncal del plan estatal Society 5.0 los objetivos de ser una ciudad segura, diversa, inteligente y sostenible donde disfrutar la vida. The Economist certifica que es la más segura del mundo y el Innovation Cities Index la sitúa primera del ranking mundial; para Masakazu Yamashita, vicepresidente de la multinacional NEC, la clave está en integrar innovación tecnológica y buena gobernanza. Por lo que se respira estos días, lo mejor está por llegar.
‘TO DO’
Masato Mizuno –consejero delegado del comité de la candidatura de Tokio 2020– me comentaba en una conversación en Tokio en el 2014 cuánto le inspiraron los Juegos de Barcelona, y ponía como ejemplo las palabras de su hermano Akiko, presidente de Mizuno Co.: “El deporte tiene la capacidad de dinamizar a las personas y traer sonrisas a nuestras caras. Creo firmemente que los Juegos Olímpicos revitalizarán Japón”. Han pasado 27 años y el eco del espíritu ilusionante e integrador que revitalizó Barcelona trayendo sonrisas a todas las caras resuena lejano. Tokio ha recurrido a unos segundos Juegos Olímpicos para reinventarse. Barcelona necesita reencontrase en el consenso social, político y económico que caracterizó los Juegos del 92, y que este nos permita construir juntos una nueva Barcelona, un nuevo mañana.