Territori estudia soterrar la C-31 en Badalona
La Generalitat presenta nueve alternativas para transformar la autopista y plantea pagar parte de la obra con la venta de fincas municipales adyacentes
La Generalitat ha presentado al Ayuntamiento de Badalona los trabajos iniciales del plan director urbanístico (PDU) de la autopista C-31 que incluyen la mejora, pacificación e incluso el soterramiento de la autopista a su paso por la ciudad. El proyecto incluye fórmulas de financiación asequibles con la venta de fincas de propiedad municipal adyacentes a la vía rápida. Las obras afectan a cinco kilómetros de la C-31 y prevén la transformación de los dos polígonos industriales.
Es una oportunidad ambiciosa de “subir al carro de la transformación urbanística que por primera vez incluye un estudio cuantificado” apunta Ferran Falcó, secretario general de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat. Es un proyecto que se refleja en la cobertura de la Gran Via de l’hospitalet de Llobregat y que dispone de nueve alternativas distintas. Seis de ellas contemplan el soterramiento de la vía rápida, con lo que la parte superior podría ser un parque o una nueva calle que permitiría eliminar el concepto de “Badalona de dalt y Badalona de baix”, como dijo el alcalde, Álex Pastor.
Por primera vez un planteamiento urbanístico une los distintos estudios que se han ido realizando desde Barcelona Regional, el Àrea Metropolitana de Barcelona y el Ayuntamiento de Badalona en una propuesta que permite analizar las posibilidades de una financiación asequible, que se conseguiría con la venta de solares edificables de propiedad pública y otros aprovechamientos urbanísticos. El estudio entiende la transformación de la C-31 como el motor de transformación del Àrea Metropolitana Norte, por lo que agrupa en varios ámbitos las oportunidades derivadas del territorio con el corredor verde como elemento común.
El PDU aborda la transformación de la C-31 en el tramo que discurre entre Sant Adrià de Besòs y Badalona, cinco kilómetros de autopista con edificaciones a poca distancia, con una anchura de entre 70 y 90 metros. La ordenación del entorno afecta a un ámbito de 84 hectáreas.
El resultado de reunir los distintos estudios son nueve alternativas de transformación de la C-31. La más asequible económicamente, de entre las que plantean el soterramiento total de la vía, es la opción que propone un túnel de 4,4 kilómetros, con dos carrilles más un carril para vehículos de alta ocupación (VAO) por sentido. construido con pantallas. Esta obra transformaría el nudo de la ronda y liberaría la superficie para espacio público. El coste estimado, con la venta de las fincas urbanas, quedaría en 130 millones de euros, una cantidad “asumible a pagar en 20 años”, incide Falcó. Otra opción propone un túnel construido con pantallas desde Sant Roc hasta el Polígo de Guixeres, con tres carriles por sentido.
Otras alternativas plantean el desmontaje total de la actual infraestructura viaria y su reconversión en una avenida en superficie. Estas opciones combinan la propuesta del semisoterramiento del trazado mediante pantallas entre la Rambla Prim y el polígono de Guixeres junto con el traslado de Renfe adyacente a la C-31. La actual infraestructura se transformaría en una avenida pacificada y que liberaría el frente marítimo, aunque con un coste superior a los mil millones. No obstante, la alternativa más costosa, que se presenta sin cuantificar, prevé un túnel viario de gran profundidad y la incorporación
La opción económicamente más asequible plantea el soterramiento con dos o tres carriles de circulación por sentido
de la variante ferroviaria por el interior a través de un túnel intermodal. Otra alternativa similar es la que plantea dos túneles de 10 a 12 metros de diámetro para absorber el tráfico.
Para aprovechar las sinergias de la transformación de la C-31, el estudio plantea definir áreas transformando zonas de los polígonos que tengan posibilidades de remodelación “por obsolescencia de los tejidos urbanos, antigüedad y estado de conservación deficiente de las naves existentes o baja ocupación”.