Alba Reche convierte su debut en una leyenda
La ‘extriunfita’ se viste de Minerva en su estreno sonoro
Explica Alba Reche que su madre tenía pensado como nombre para ella Minerva, aunque finalmente se decantó por Alba. Una anécdota que ahora adquiere trascendencia a raíz del debut de la segunda clasificada de la pasada edición de Operación Triunfo que ha titulado Quimera, y con el que ha creado un universo sonoro basado en su pasión por la mitología y sus leyendas.
La joven ilicitana de 21 años tiene una de las voces más especiales de la pasada generación de concursantes y su debut ha generado una expectación, a pocos día de que empiece su gira en su ciudad natal. “Para gestionar una participación en un programa como OT debes hacer un proceso mental, sentimental y emocional muy grande, y tomártelo muy en serio”, explica Reche meses después de su intensa experiencia en la academia. “Ahora estoy mejor que nuca, supongo que el tiempo te ayuda a entender muchas cosas y a contextualizar”, sentencia. La intérprete ha cimentado su debut musical en un universo sonoro nostálgico, aunque ella no se considera una persona quebradiza: “Confundimos la fragilidad con la sensibilidad, y eso hace que nos hayamos deshumanizado un poco”, reflexiona la cantante que se define como “una persona bastante melancólica, que no triste, y sólo en mi faceta más personal”.
Alba Reche pertenece a una familia sin ningún músico, pero con una tradición familiar innegociable: “En mi casa escuchábamos música 24 horas al día”, recuerda. La intérprete, que es una apasionada de los tatuajes –tiene 12, el último un corazón roto en el pecho–, se define personalmente como alguien maniática y, como otros compañeros, ha recibido críticas en las redes sociales por expresar opiniones sociales o políticas. “Que se juzgue si estás más o menos acertado según tu puesto de trabajo me parece hipocresía, así que cada uno haga examen de conciencia”, proclama. Reche tiene claro el concepto que quiere para un proyecto que va más allá de la música. Y como amante de las leyendas hay una que le hace sonreír pero a la que no le da importancia: los cuatro extriunfitos que han logrado llenar hasta ahora un Sant Jordi quedaron, como ella, en segunda posición en la talent.
“Confundimos la fragilidad con la sensibilidad”, reflexiona la artista salida de ‘OT’