Rusia teme hoy una sanción demoledora por dopaje
La AMA dicta hoy la sanción al deporte ruso, acusado de manipulación constante de los controles
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) debe anunciar hoy en Lausana la nueva sanción que se aplica al deporte ruso. Si se impone la mano dura, como todo indica, Rusia quedará excluida durante cuatro años de toda competición de nivel mundial y esto incluye, para empezar, los próximos Juegos Olímpicos de Verano en Tokio (2020) y de Invierno en Pekín (2022). El deporte ruso, que ya fue apartado de la cita olímpica de Río 2016, se prepara para recibir una de las sanciones más contundentes de la historia del deporte.
El nuevo escándalo se centra ahora en la suspensión de la Agencia Antidopaje de Rusia (Rusada), que estaba pendiente de revisión. La clave para obtener el perdón era la entrega a la AMA de los datos reales de sus controles. Sin embargo, la agencia mundial ha comprobado que los datos exigidos se entregaron fuera de plazo y con evidentes indicios de manipulación. El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ya ha reconocido que este 9 de diciembre puede ser “un día difícil para todos los deportistas rusos”.
El Comité de Revisión de Cumplimiento (CRC), órgano independiente de la AMA, ya emitió su informe y propone durísimas sanciones. La AMA raramente rectifica este tipo de informes. Los datos recibidos de la Rusada ni son completos ni son ciento por ciento verídicos. El CRC incluso descubrió que se incluyeron “pruebas fabricadas” para inculpar al exdirector del laboratorio antidopaje de Moscú, Grigori Rodchenkov, que ha sido con sus confesiones una de las bazas más sólidas de la AMA en toda la investigación. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha acusado a Rodchenkov de trabajar para Estados Unidos.
Las evidencias de manipulaciones y encubrimientos de positivos por parte de los dirigentes del deporte ruso, bajo la protección directa del ministerio correspondiente, vienen de lejos. La historia arranca a finales del 2011, cuando la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) localizó 23 atletas rusos con pasaportes biológicos sospechosos. Sin embargo, se les permitió competir en los Juegos de Londres 2012 y en el Mundial 2013 de Moscú, con resultados destacados como las medallas obtenidas en Londres por Serguéi Kirdiapkin (oro en 50 km marcha), Olga Kaniskina (plata en 20 km marcha) y Yuliya Zaripova (oro en 3.000 m obstáculos). Todos estos éxitos fueron anulados posteriormente. Lamine Diack, entonces presidente del atletismo mundial, explicó que quiso evitar la suspensión simultánea de tantos atletas. Pero también reconoció haber recibido 1,3 millones de euros de fondos rusos para su campaña política en Senegal.
Más adelante, el informe Mclaren, encargado por la AMA, destapó que el laboratorio de Moscú actuaba a demanda del ministerio de Deportes ruso cuando localizaba un positivo. Se le indicaba, caso por caso, si había que “salvarlo” o “ponerlo en cuarentena”. Por este sistema, más de 500 controles positivos fueron convertidos en negativos entre el 2011 y el 2015.
En los JJ.OO. de Invierno de Sochi (2014), Rusia no podía trucar los resultados de los análisis con tanta facilidad, ya que el antidopaje estaba bajo control del Comité Olímpico Internacional. El sistema se sofisticó, como explicó Rodchenkov. De noche, los frascos depositados en el laboratorio se pasaban por una pequeña trampilla oculta a una sala contigua, donde la orina era sustituida por muestras limpias. Previamente se había puesto a punto un delicado sistema para abrir las ampollas con las muestras y volverlas a sellar.
El deporte ruso fue suspendido en noviembre del 2015, aunque se permitió a atletas concretos participar a título individual en grandes competiciones. Así, Danil Lysenko, imagen de la renovación del deporte de su país, obtuvo la medalla de plata en salto de altura del Mundial 2017, en Londres. Sin embargo, en junio del 2018 estuvo ilocalizable por tercera vez para un control por sorpresa, sinónimo de suspensión. Y además la Unidad de Integridad del Atletismo (nuevo organismo de la IAAF) reveló que la Federación Rusa le facilitó documentación falsa para mostrar su buena fe.
Finalmente, en septiembre del 2018 la AMA condicionó el levantamiento de la sanción al antidopaje ruso a la entrega de los datos en bruto de los controles del laboratorio de Moscú, para así descubrir con exactitud a cuántos atletas se había protegido. Después de mucho insistir, a inicios de este año un equipo de la AMA obtuvo por fin cantidades ingentes de información... pero expertos informáticos de la universidad de Lausana han comprobado que los datos estaban manipulados y ahora llega la consecuencia, con la amenaza de veto absoluto al deporte ruso.
“Creo que esta vez han ido demasiado lejos, es el momento de decir basta”, ha comentado Richard Pound, expresidente de la AMA. Los doce miembros del Comité Ejecutivo de la agencia tienen la palabra y a Rusia sólo le quedará la posibilidad de recurrir al Tribunal Arbitral del Deporte, el TAS.
EL CASTIGO QUE SE ESPERA Cuatro años sin competir bajo bandera rusa en cualquier torneo mundial, JJ.OO. incluidos
MEDVÉDEV, PRIMER MINISTRO “Este 9 de diciembre puede ser un día difícil para todos los deportistas rusos”