Rettenmaier Liderazgo, innovación, solidez financiera y motivación
ENTREVISTA Santiago Lanchas Director General de Rettenmaier Ibérica
J. Rettenmaier & Söhne (JRS) es una compañía alemana con más de 140 años de presencia en el sector de la celulosa. Para conocer cuál es su filosofía de trabajo, hablamos con Santiago Lanchas, Director General de Rettenmaier Ibérica, sede del grupo en España y Portugal. JRS lleva ya largo recorrido en el sector que transmite una sólida imagen como empresa.
La nuestra es una empresa familiar que basa su filosofía de trabajo en el liderazgo, la innovación y las personas. Phillip Kotler, considerado como el padre del marketing moderno, decía que había unas características comunes en todas las empresas centenarias: tienen una fácil relación con clientes y proveedores, un gran poder de innovación y una fuerte solidez financiera. Rettenmaier cumple todos esos parámetros y añade otros aspectos como tener productos que aportan valor tecnológico, económico y social (en nuestro caso, también medioambiental), un equipo humano motivado y del que estamos orgullosos, una política de reinversión constante y una potenciación del liderazgo por naturaleza (a nivel local y global) y también por imitación, ya que cada miembro del equipo hace suyo el proyecto del líder. En este sentido, siempre decimos que Rettenmaier es una empresa alemana, pero flexible.
¿Cuándo aterrizó Rettenmaier en el mercado español?
Hace alrededor de 50 años. La compañía llegó para dar respuesta a las necesidades de algunos sectores concretos: los plásticos para interruptores eléctricos, las suelas de calzado símil cuero o cuerolite, los pavimentos de linóleo para locales y naves industriales. No obstante, pronto creció el abanico de aplicaciones y se empleó la celulosa como materia prima de materiales de la construcción que sustituyeran al amianto, para pavimentar carreteras o como fibras para alimentos de animales de compañía. Actualmente también se utiliza entre otros para alimentación humana, capas de filtración de aceites industriales y de consumo (en lugar de las tierras diatomeas), como excipiente de farmacia o como lechos de gatos y mascotas, donde hemos desarrollado nuestro único producto de consumo: Cat’s Best.
Y las aplicaciones seguirán creciendo.
Sin duda. Ya tenemos proyectos de I+D para usar la celulosa en otros ámbitos, como la cosmética (como alternativa a los microplásticos), los recubrimientos industriales del papel y cartón o diversas aplicaciones en biopolímeros y biotecnología.
¿Qué ofrecía el mercado español a la marca alemana?
Cuando la empresa llegó a España, nuestro país era uno de los 5 o 6 más importantes en términos de población y tenía en el horizonte su incorporación a lo que hoy es la Unión Europea. Además, su nivel social y económico había evolucionado mucho en los anteriores años, de modo que había dejado de ser un país de emigración para industrializarse y abrirse a Europa. En mi opinión, las culturas española y alemana son complementarias y donde nosotros ponemos pasión, disfrute, intuición, libertad y sonrisas, los alemanes ponen razón, deber, sistemática, normas y seriedad. Creo que la combinación de ambas es perfecta, y eso se aprecia en nuestra empresa.
¿Qué oportunidades de negocio vislumbraron?
No le puedo hablar de hace 50 años, pero sí de hace 35, cuando me incorporé a Rettenmaier. En aquel tiempo yo trabajaba en un laboratorio de investigación y al pasar a la industria privada pensé que me aburriría. Estaba equivocado, porque las oportunidades de innovar y de impulsar nuevos proyectos son una constante en la empresa y lo han sido durante todos estos años. Es importante decir que gran parte de todas esas iniciativas proceden de nuestros clientes y de sus necesidades. Escuchándoles hemos procurado darles siempre respuesta.
¿Qué nivel de independencia tiene cada sede del grupo respecto a la empresa matriz?
Nuestro grupo se rige a partir de una política de “toma y daca” que genera un equilibrio entre la central y las diferentes sedes. No pensamos en qué nos va a ofrecer la central en Alemania, sino que somos proactivos y desarrollamos nuestros propios proyectos de I+D local (una media de 14 proyectos al año) que luego se trasladan no solo a la central, sino al resto de sedes repartidas por el mundo que puedan aprovecharla. Y, naturalmente, también se produce el proceso inverso. En términos de financiación, Rettenmaier Ibérica es autosuficiente.
¿Qué papel tiene Rettenmaier Ibérica dentro del grupo?
Nos ocupamos de la planificación estratégica de la casi totalidad de los negocios que se realizan en España y Portugal, así como de la venta técnica de nuestros productos, de la asistencia técnica y de la logística. Además de los proyectos de locales I+D que le comentaba, desde Rettenmaier Ibérica impulsamos las mejoras del grupo en materia de nuevas tecnologías y procesos informáticos.
¿Qué sectores demandan los productos desarrollados en nuestro país?
La celulosa tiene una gran versatilidad como materia prima, pero si tuviera que decir algunas aplicaciones destacadas hablaría de la alimentación humana y animal, de la industria farmacéutica, de los procesos de filtración de aceite o de la fabricación de pavimentos para aeropuertos. La lista es más larga.
¿Qué visión tiene el grupo Rettenmaier con respecto al mercado español?
Para nosotros, España es uno de los países más importantes de la Europa occidental y en industrias como la de la alimentación humana o la industria del automóvil somos un referente internacional. También estamos haciendo una apuesta clara por sectores como la biomedicina, la mejora medioambiental o el uso de productos de la nueva economía circular, sin dejar de lado nuestra fuerte presencia en el sector farmacéutico.
¿Lo ve como un país con grandes perspectivas de negocio a largo plazo?
Sin duda. De hecho, tenemos previsto el año próximo duplicar nuestra capacidad de almacenaje en la península. También estudiamos hacer inversiones en capacidad productiva tan pronto como el consumo interno de alguno de nuestros productos lo requiera y, en este sentido, uno de los principales candidatos será la familia de lechos 100% vegetales para gatos, que ya comercializamos en tiendas especializadas y en ocho cadenas de supermercados de alimentación.
“En Rettenmaier se aprecia que las culturas española y alemana son complementarias”