La Vanguardia

Los barcos emiten más CO2 que los coches de 30 ciudades

Una naviera, entre los 10 focos de gases de la UE

- ANTONIO CERRILLO

El transporte marítimo en España (contando los buques que entran y los que salen de sus puertos) emite más CO2 que el total de los vehículos de las 30 mayores ciudades españolas. Así lo indica un estudio de la federación europea de oenegés Transport and Environmen­t (T&E) en que se alerta sobre la enorme contribuci­ón del transporte marítimo a las emisiones de gases invernader­o responsabl­es del calentamie­nto.

Las emisiones del transporte marítimo europeo totalizan 139 millones de toneladas de CO2 anuales, que se reparten fundamenta­lmente entre mercancías –contenedor­es– (59 millones de toneladas), buques de carga (53 millones) y cruceros (20 millones). Los gases del transporte por barco han crecido un 19% desde 1990, lo que contrasta con la reducción de gases en tierra (un 23%). Es la consecuenc­ia de exigencia a este sector.

Las emisiones de CO2 del transporte marítimo de Países Bajos, Bélgica, Noruega, Letonia y Estonia en el año 2018 fueron similares o superiores a las de toda la flota nacional de automóvile­s de pasajeros en esos países.

Este ranking europeo lo encabeza Holanda, que emite 19,9 millones de toneladas de CO2, una cifra que supera las emisiones generadas por la flota de coches (16,7 millones de toneladas).

España ocupa el segundo lugar, con 17,11 millones de toneladas de CO2, una cantidad que rebasa ampliament­e el monto de los gases que producen los coches en las 30 principale­s ciudades (12,2 millones de toneladas).

“España tiene una gran responsabi­lidad en las emisiones de los buques. Esperamos que el gobierno español anuncie actuacione­s concretas para la descarboni­zación del sector”, señala María García, de Ecologista­s en Acción, refiriéndo­se a las responsabi­lidades del Ministerio de Fomento.

“El primer compromiso que solicitamo­s para hacer frente a la emergencia climática es la paralizaci­ón de los proyectos de ampliación previstos en varios puertos españoles”, añade. Una compañía naviera (Mediterran­ean Shipping Company, MSC) se ha sitúa, junto a las plantas térmicas de carbón y la compañía Ryanair, en la lista de las principale­s compañías europeas que más CO2 emiten. MSC arrojó a la atmósfera en el año 2018 un total de 11 millones de toneladas de CO2. Sería el octavo mayor emisor del bloque si el transporte marítimo formara parte del sistema de comercio de derechos de emisión de la UE.

El transporte marítimo carece de normas para reducir sus emisiones de CO2 (principal gas de efecto invernader­o) y dispone de una fiscalidad muy favorable. Está exento del pago de impuestos sobre su combustibl­e (lo que supone 24.000 millones de euros al año de subsidios). Su única obligación es informar a la UE de sus consumos mediante un sistema de control y verificaci­ón.

“Es inadmisibl­e que los líderes de la UE sigan permitiend­o estas alturas emisiones y eludiendo establecer regulacion­es sobre el transporte marítimo en plena emergencia climática”, dice Miriam Zaitegui de Ecodes.

El informe pone de manifiesto la brecha entre las normas de diseño de los barcos (es decir, gramos de CO emitido por tonelada náutica) y por2 esa, razón, la mitad de los buques las condicione­s en que los barcos operan en realidad. Se estima que, de carga europeos emitieron unas 22 millones más de toneladas de CO2 de las que habrían arrojado a la atmósfera si operaran de acuerdo con sus estándares de diseño. Si se asume que esta misma tendencia es extrapolab­le al resto de la flota, podría concluirse que un tercio de las emisiones podrían atribuirse a esta brecha, a este mal rendimient­o.

También se señala que los cruceros emiten cinco veces más CO2 por pasajero y kilómetro recorrido en comparació­n con el promedio de la flota de automóvile­s de pasajeros en Europa. Esta cifra es incluso seis veces mayor en comparació­n con las nuevas condicione­s para las que deben operar los nuevos vehículos en Europa a partir del 2021.

Las emisiones del tráfico marítimo proceden de la quema de combustibl­es fósiles en la propulsión de los motores o la producción de electricid­ad para equipos auxiliares.

El estudio recomienda incluir el sector en el sistema europeo de comercio de emisiones de la UE. También se pide una norma sobre la cantidad de CO2 que los buques pueden emitir mientras están en funcionami­ento, para acelerar la transición de combustibl­es alternativ­os bajos en carbono o basados en tecnología­s limpias. El 20% del CO2 marítimo de la UE se debe a barcos que transporta­n combustibl­es fósiles, a saber, carbón, petróleo crudo y GNL. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el Parlamento Europeo ya han empezado a plantear un recorte de emisiones para el transporte marítimo, recuerda dice Carlos Bravo, técnico de T&E.

España ocupa el segundo lugar, con 17,11 millones de toneladas de CO2

El transporte marítimo carece de normas para reducir sus gases, lo que sigue sorprendie­ndo

La nueva presidenta de la Comisión Europea quiere tomar pronto cartas en el asunto

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