Greta da lecciones
La activista sortea el protagonismo dando la voz a sus compañeros de Fridays for Future
Breve, concisa, Greta Thunberg ofreció ayer su imagen más austera. La joven activista se estrenó en la conferencia del clima de Madrid. Y paralizó buena parte de las actividades programadas. Impartió clases de silencio. Unos 200 periodistas fueron a escuchar sus frases redondas, sencillas, secas, cortantes como un cuchillo; pero se encontraron a la joven más parca, la que decidió ceder el protagonismo a sus siete compañeros en la mesa. Relajada, atenta, con ese aspecto entre ausente y acechante, llenó a rebosar la sala de prensa y dejó fuera a decenas de delegados de otros países.
La emergencia climática no “es un problema futuro, es algo que nos está afectando ya”, aseguró junto con otros jóvenes activistas de diferentes zonas del mundo. Thunberg dijo que “la gente está sufriendo” ya las adversidades climáticas y, por ello, la acción no se puede demorar más.
Luego cedió la palabra a los jóvenes activistas invitados al acto con el argumento de que, según dijo, “sus historias deben ser escuchadas” en un contexto como este, “donde somos objeto de tanta atención mediática”. “Hemos notado cierta atención mediática
–expuso–. Y creemos que es nuestra responsabilidad moral es usar esta atención para dar voz a aquellos que necesitan contar sus historias”, se justificó.
Hoy presidirá una sesión en la que se rodeará con científicos, a quienes también dará la palabra, y mañana pronunciará un discurso muy esperado. Tal vez muestre su veta locuaz.
La joven sueca señaló que se siente una privilegiada porque su historia ha sido contada muchas veces e insistió en que hay otra
La emergencia climática no “es un problema futuro, es algo que nos está afectando ya”
gente del sur y los pueblos indígenas que merecen también la atención. “El impacto del cambio climático no afectará sólo a los niños de hoy. Está afectando a mucha gente, que está sufriendo y muriendo hoy –añadió–. Por eso, hemos creado este evento, como una plataforma para compartir historias que deben ser contadas”.
Greta se erigió en defensora de
los pueblos indígenas; indicó que le parece “increíblemente importante” escuchar a estas poblaciones porque muchas de ellas “están sufriendo y sus derechos están siendo violados en todo el mundo”. “Están siendo azotados por el cambio climático más y más rápido que nadie. Han mantenido el equilibrio de la Tierra durante miles de años”, por lo que “son importantes en este momento crucial”.
La activista chilena de Fridays for Future Ángela Valenzuela recriminó a su Gobierno que no se puede defender el clima sin proteger los derechos humanos. Explicó que “miles de personas” se manifestaron en Chile por “una vida más digna”. En la misma línea, la activista de Fridays for Future en Uganda Hilda Flavia Nakabuye Flavia lamentó que, aunque en África apenas se producen emisiones de gases invernadero, sus pueblos son “los que más” están sufriendo el cambio climático. Fue un rosario de intervenciones juveniles, que pueden leerse como reproches de una generación que pide un relevo urgente.
La primera COP (Río de Janeiro, 1992) encumbró a Bush padre, a Jane Fonda y a la CNN; Kioto (1997) fue el coto del tándem Clinton y Al Gore; y París elevó a los altares a un socialismo francés que entraría en declive estrepitoso (Hollande, Fabius, Ségonèle Royal...).
Los periodistas intentaron desgranar las claves de una joven con una madurez impropia. Pero nadie le dicta lo que debe decir; no hay nervios, sino templanza, un dominio absoluto de la escena, el poder de la sobriedad y la sencillez. La chica que no va a clase impartió ayer lecciones de sobriedad y respeto a sus otros compañeros. Está en su cumbre.