El conocido empresario de Lleida que mató a su cuñado confiesa en el juicio

Mucha planificación, para nada. El protagonista de esta historia es un conocido empresario cárnico de Lleida, Josep Puig-gros, que ayer confesó en la primera sesión del juicio por estos hechos haber matado a tiros con una pistola a su cuñado. Los hechos se remontan a julio del 2017. Y todo tiene pinta, según mantiene la Fiscalía, de un ajuste de cuentas por un tema económico.

La víctima, sostiene el fiscal, había dejado dinero al empresario cárnico y este “decidió acabar con vida” del primero ante las presiones de su cuñado para que le devolviera lo que le había prestado. Josep Puig-gros citó al hermano de su mujer en un obrador de Torre-serona y cuando ambos se quedaron solos lo mató de cinco disparos.

El acusado sostuvo ayer que no hubo premeditación, que fue su cuñado el que acudió a esa cita con una pistola y que él lo mató tras arrebatarle el arma. El relato de la Fiscalía es muy diferente. Considera probado que Josep Puig-gros trasladó días antes del crimen su coche a un taller, para recoger un vehículo de cortesía. Con ese turismo se desplazó hasta Barcelona y lo dejó aparcado en el barrio de Sants. Regresó a Lleida en taxi. Y el día que mató a su cuñado puso el cadáver en el maletero del coche de la víctima, que después condujo también hasta Barcelona. Lo dejó aparcado en la calle Béjar y regresó a Lleida con el turismo de cortesía prestado por el taller que había estacionado días atrás en esas ciudad. Un plan cuidado en los detalles, pero torpe en la ejecución. El acusado confiesa ahora el crimen, aunque culpa a su cuñado de ser el “malo” de esta historia por amenazarle con “hacerle daño” si no hacía lo que el le decía. El fiscal pide 12 años de cárcel.