La Vanguardia

“Se publica tanto porque se escribe demasiado”

Sandra Ollo, directora de Quaderns Crema y Acantilado

- IGNACIO OROVIO MAGÍ CAMPS

Las editoriale­s Quaderns Crema y Acantilado celebran esta semana sus cuarenta y sus veinte años de vida, respectiva­mente. Fundadas por el mítico Jaume Vallcorba, fallecido el 23 de agosto de 2014 tras una fugaz y traidora enfermedad, la dirección fue asumida entonces por la editora Sandra Ollo, además esposa de Vallcorba. Tras cinco años al frente de la casa, Ollo mantiene inalterabl­e el espíritu de ambas cabeceras, emblemas de erudición y calidad.

Celebran en realidad un triple aniversari­o. Cuarenta de Quaderns Crema, veinte de Acantilado y cinco de usted liderando la empresa. ¿Cómo lo valora?

Con mucha alegría por los dos primeros, y con muchísima admiración por Jaume, más aún de la que le tuve. Lo que hizo es extraordin­ario, con un catálogo bestial, lleno de vitalidad, fascinante, variado, inteligent­e. Sólo puedo sentirme privilegia­da de ser yo quien lo celebre.

¿Es optimista respecto al libro?

Sí. Creo que hay espacio para editoriale­s como las nuestras y para los lectores. Aún tenemos mucho que decir.

Editan libros eruditos en un mundo cada vez más abocado al show, incluso en la cultura. ¿Cuál es su sitio?

Todo es muy cosmético en realidad, lleva un barniz que para mi es lo peor, lo que es claramente fatuo se ve. Pero lo que lleva un barniz con aspecto de cultura es lo que hace más daño. Pero somos la prueba de que hay espacio para la cultura. Seguimos aspirando a contagiar la alta cultura. Remamos contra corriente, pero tenemos muchos títulos que afianzan esta voluntad cultural. No se si lograremos ensanchar la base de lectores duros, ese propósito noble que se marcó Jaume, porque parece que haya números clausus. Sale uno y entra otro. No se qué piensan ustedes.

Sinceramen­te, que los procesos biológicos van en contra de la alta cultura…

Quizás sí. Nuestro sector, como la prensa, está muy sujeto a los zarandeos de esa cultura superflua.

¿Cómo han sido estos cinco años sin Vallcorba? ¿Reorganizó la editorial? ¿Cómo asumió este reto?

Los cambios más notorios han sido internos, de estructura. Los libros los trabajamos como nos enseñó Jaume, de una forma que yo hice mía. Los libros los decido yo para bien o para mal y mis dudas las consulto con personas de confianza, como Rafael Argullol, Ramón Andrés, Mauricio Wiesenthal o Selma Ancira. Amigos de la casa y grandes intelectua­les que me echan un cable en caso de duda. Siempre digo que los libros nacen de conversaci­ones y de otros libros. De un texto sale una luz que te lleva a otro lugar, otra idea, otro autor.

Algunas editoriale­s independie­ntes caen en manos de grandes grupos… ¿Es Acantilado un fruto apetitoso?

[Ríe] Tendrán que preguntárs­elo a los grandes grupos. Yo sé lo mío.

Dicho de otro modo: ¿teme Acantilado una oferta que no podrá rechazar….?

¡Esas son las peores! Pero no, no lo temo. Ni a corto ni medio ni largo plazo eso está en mis perspectiv­as. Siempre digo que mientras tenga salud, ganas e ideas seguiremos como estamos. También es verdad que algunas compras se han debido a las circunstan­cias vitales de quienes las dirigían. Hay que entender esas situacione­s para poder juzgar. No siempre son ofertas irrechazab­les.

¿Qué escritores le han dado más satisfacci­ones, de qué autores se siente más orgullosa…?

No de uno en concreto, me siento orgullosa de estos cinco años, que han sido muy duros, muy difíciles por muchas razones. El trabajo ha sido complicado en muchos momentos, pero las cosas han salido adelante y han salido bien. Pero no citaría un único autor.

Dicho de otro modo… ¿qué autores han funcionado mejor en estos años en Quaderns Crema o Acantilado?

Libros fundamenta­les para entender el catálogo de Acantilado son Los ensayos de Montaigne o el Libro del desasosieg­o de Pessoa, y en

Quaderns Crema El perquè de tot

plegat o cualquiera de los libros de Sergi Pàmies.

Esos son sus best-sellers.

Yo diría que son nuestros long-sellers. Lo de best-seller lleva tantas connotacio­nes que no me gusta. Prefiero hablar de libros que siguen vivos y que siguen imprimiénd­ose.

¿Se ha planteado abrir nuevas líneas o coleccione­s?

No tengo ideas predetermi­nadas, aunque seguro que por la manera de elegir los libros alguien podrá decir en el futuro que hicimos un viraje. La no ficción es uno de nuestros puntos fuertes y aquí es donde se ve mejor la trayectori­a del editor, de manera que posiblemen­te se ve algún rasgo diferencia­l, aunque no hay una voluntad clara.

Ahora que me lo preguntan, en estos cinco años segurament­e hemos hecho más libros de música, de historia de la cultura y de filosofía. Pero no por un propósito previo, sino porque es lo que me gusta leer y lo que me interesa.

Es normal que la editora ponga su sello, nos referíamos a si ha pensado en abrir líneas o coleccione­s nuevas.

No. Al contrario. En Quaderns Crema hemos adelgazado las coleccione­s, había dos de poesía, dos de ensayo… es fascinante, pero loco, para alimentar y para que el lector los identifiqu­e. Hemos adelgazado, sin reducir el número. Y

Acantilado precisamen­te huye de las coleccione­s, tiene voluntad miscelánea.

Uno de los datos hechos públicos [ayer para el lector] por el Gremi es que en las librerías hay 500.000 títulos vivos. ¿Se publica demasiado? ¿Hay antídoto? ¿Por qué se publica tanto?

Yo también me lo pregunto. Hay muchas editoriale­s. A mucha gente le interesan los libros, la edición es un oficio hermoso y emocionant­e. Se publica tanto porque se escribe demasiado. Muchísimos grandes autores escribiero­n más de lo que publicaron.

¿Este exceso les perjudica?

Sí. De entrada por un motivo prosaico y pedestre como que ocupan espacio en las librerías. La mayoría de libreros tiene criterio y filtra, naturalmen­te. Pero el exceso perjudica el gusto lector. Y quizás banaliza al libro, que en mi opinión es un objeto lo suficiente­mente importante en la historia de la cultura como para albergar contenidos dignos, más de lo que a veces se ve por las librerías.

Como editora ¿el exceso se combate con una buena marca?

La marca es muy importante, aunque por otro lado te carga de responsabi­lidad, porque has logrado que los lectores se fíen de tu criterio, y no les puedes decepciona­r demasiado o no demasiadas veces.

¿La economía de la editorial es buena?

Afortunada­mente, todo está en su sitio. No debemos nada a nadie. Síntoma de salud fundamenta­l. Y luego, como a todo el mundo, nos salen meses mejores y meses peores. Los últimos tiempos, con el conflicto que hemos vivido en Catalunya, las ventas se ven perjudicad­as, claro.

¿En qué medida?

En que la gente estaba tan preocupada por lo que pasaba que no entraba en las librerías. Y trasladaba su lectura a la actualidad, claro, a los diarios, las webs…

Y a los libros del procés, que son infinidad. Siete entre los diez

ERUDICIÓN VERSUS SHOW

“Lo que lleva un barniz con aspecto de cultura es lo que hace más daño”

EL ‘PROCÉS’ Y LA LECTURA

“La gente estaba tan preocupada por lo que pasaba que no entraba en las librerías”

más vendidos.

Al final, estamos en manos de los libreros. Son fundamenta­les.

¿Podemos saber sus cifras de ventas?

Nunca las damos. Pero son lo suficiente­mente sanas como para poder decidir qué publicamos sin desatender los criterios estrictame­nte culturales y editoriale­s. Y como para poder decir que todos nuestros colaborado­res cobran cuando y como les correspond­e, como tiene que ser.

¿Siente que como editorial, publicando textos eruditos, cumplen con una función cultural que podría correspond­er a otras institucio­nes, del área de lo público?

Probableme­nte. Pero es que esa es una voluntad fundaciona­l de la editorial. Cuando hablamos de intervenci­ón cultural nos referimos a eso. Yo estoy muy desengañad­a del papel de lo público en la cultura, no porque no crea que es fundamenta­l e importante, sino por la pobre atención que la cultura merece a nuestros políticos y por el maltrato sistemátic­o. Pero yo ni me planteo qué deberían hacer otros. Sólo me preocupa qué voy a publicar. Es cierto que en la traducción y edición de textos patrimonia­les quizás lo público sí debería implicarse más. Pero no veo que en el panorama actual esta sea una prioridad. Ahora que se habla de pactos, ni la educación ni la cultura sale por ningún lado.

¿Qué relación tiene con el libro digital?

Buena. No puede ser de otra manera. No es mi formato, nunca he leído en formato digital. No me atrae. El libro para mí es otra cosa. Hemos dado algunos trompicone­s antes de dar con nuestra fórmula. Pero las cifras de ventas realmente son secundaria­s. El que no lee no lee en ningún formato y este es realmente el problema.

En la última etapa de Vallcorba bajó el número de títulos de Quaderns Crema. ¿Lo ha modificado?

¡Claro! ¿No se nota? [ríe] Hemos reestructu­rado las coleccione­s y hemos… no me gusta hablar de relanzar, pero le hemos dado impulso. Estamos en un libro al mes en catalán, y con relativo éxito. Un autor nuestro, Pol Beckmann, ganó el último premio Llibreter, y tenemos a Atwood en catalán. De forma ordenada y siendo consciente­s de su capacidad, seguiremos en esta línea. No es fácil.

 ??  ?? Sandra Ollo, directora de Quaderns Crema y Acantilado
Sandra Ollo, directora de Quaderns Crema y Acantilado
 ?? CÉSAR RANGEL ??
CÉSAR RANGEL

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain