La quema de libros que no fue
Activistas online tergiversan una foto de un artista español para criticar al Gobierno interino
Circulan por Bolivia y otros países de Latinoamérica informaciones que advierten del peligro de que partidarios del actual Gobierno interino asalten la casa del exvicepresidente, Álvaro García Linera, y quemen sus libros. A García Linera, que se refugió en México junto con el expresidente Evo Morales tras su dimisión forzada por el ejército, se le atribuye una valiosa biblioteca con miles de volúmenes. Uno de estos tuits lo colgó Pablo Gentili, jefe de gabinete de Pablo Iglesias. Lo ilustró con una foto del propio García Linera.
Pues bien, algunas de estas informaciones publicadas en medios digitales bolivianos y de otros países de la zona (así como post colgados en las redes), adjuntan una fotografía de una fenomenal hoguera en la que ya estarían ardiendo cientos de ejemplares.
Es posible que los que hacen circular la foto la hayan ampliado hasta comprobar que al menos seis o siete de los libros tienen en la cubierta una imagen de Mijail Bakunin, el revolucionario ruso que más ha influido en el pensamiento anarquista. Un razonamiento muy básico pero no descartable puede haber sido: como García Linera lideró en su juventud el ejército guerrillero Túpac Katari, de inspiración indigenista y marxista, es lógico que tuviera su biblioteca repleta de libros de Bakunin.
Pues bien, alguien ha recurrido al engaño y las redes han echado el resto. La rápida circulación de imágenes en internet amplifica los efectos de la desinformación. Una foto de una obra original sacada de contexto muta en una falsedad multiplicada tantas veces como la compartan los usuarios de las redes, dándole un nuevo significado. En este caso, multiplicada por miles. Pero tarde o temprano se descubre la trampa.
Así, se ha acabado sabiendo que se trata de una pieza original del artista Karmelo Bermejo (Málaga, 1979), creador de una extensa y reconocida obra crítica que reflexiona sobre el uso del dinero público. La obra de la que está extraída la foto no necesita explicación. Su título es lo bastante elocuente: 3.000 euros de dinero público utilizados en comprar libros de Bakunin para quemarlos en una plaza. La empresa especializada en fact-checks Newtral ha detectado el engaño.
La pieza, según explica el propio artista a La Vanguardia, se financió con fondos del Gobierno para producción de obras de arte. Se ha expuesto en varios museos y ha sido premiada en México. “Cuando la hice –añade Bermejo– la imagen recordaba a otras con hogueras de libros quemados por regímenes dictatoriales. Pero, en realidad, lo que estaba sucediendo favoreció a los vendedores de libros anarquistas. Así que tras la foto se ocultaba una operación económica. El dinero público se gastó en libros, lo que benefició al mercado editorial de Bakunin porque el dinero se transfirió a distribuidoras de literatura anarquista”.
Bermejo opina que, en realidad, los contendientes en la crisis boliviana se están golpeando contra una obra de arte, que por su dimensión política ha acabado transformada en un arma de guerra mediática (aunque ninguno de los medios de referencia de Bolivia o del resto de países latinoamericanos ha incurrido en el error). En opinión del autor, esto no hace más que reforzar su significado.
La imagen pertenece a una obra del artista Karmelo Bermejo: en ella arden ejemplares de Mijail Bakunin