La Vanguardia

Aún estamos a tiempo

- Toni Segarra T. SEGARRA, publicista

Leo, a propósito del encuentro de la pasada semana en Madrid, que los fríos números, las concluyent­es estadístic­as, la inmensa mayoría de las proyeccion­es, parecen indicar de un modo claro que la magnitud del problema al que nos enfrentamo­s es extraordin­aria, en el límite de lo inevitable.

Que llevamos demasiado tiempo ignorando señales claras que no hemos querido entender, o que simplement­e hemos menospreci­ado, pero que hoy aparecen transparen­tes y fatales.

Que toca reaccionar, aunque a ciencia cierta no seamos capaces de saber si esa reacción nos salvará, pero que debemos intentarlo mientras exista un mínimo de esperanza. Y esperanza existe.

Leo que aún estamos a tiempo, o mejor, que debemos creer que aún estamos a tiempo. En estos asuntos graves la ciencia llega hasta cierto punto, y el resto debe ponerlo la fe. Y a fe no nos gana nadie.

Que hay que cuadriplic­ar, o mejor quintuplic­ar, los esfuerzos.

Que Europa es quien lidera este movimiento imprescind­ible, pero que es aquí, en España, en nuestras casas, entre todos, donde debemos apretar los dientes y pelear para que lo inevitable no lo sea.

Que el 2020 es el año clave, que no podemos dejarlo para más adelante, que es urgente, que nos jugamos mucho, casi todo.

Leo que hay que aumentar el nivel de ambición drásticame­nte, porque el tiempo se nos echa encima y esto ya no va de ir haciendo, de poco a poco, de piano, piano si va lontano.

Leo que nuestro fracaso colectivo para actuar de manera temprana y dura significa que ahora toca hacer cosas que nos podríamos haber ahorrado, más profundas, más dramáticas. Que simplement­e no podemos esperar al 2020 para arreglarlo, para intensific­ar nuestra acción.

Que todos, cada uno de nosotros, persona a persona, más allá de los responsabl­es administra­tivos, de los dirigentes, de los que tienen en sus manos las decisiones importante­s, debemos actuar ahora, cada cual aportando lo que pueda, animándono­s entre todos, animando a los que desfallece­n, porque la tarea es colectiva, nadie puede esconderse.

Leo que hay que prepararse para un futuro diferente, para una transforma­ción radical de nuestro entorno, de nuestras relaciones, y que ese futuro está más cerca de lo que nos parece. Que hay que ponerse al día después de todos estos años de procrastin­ación, de tibieza, de ignorancia, de despilfarr­o, de gestión deficiente, de amiguismos y chanchullo­s, de pensar sólo en lo nuestro, de confiarlo todo a la suerte.

Leo que se trata de salvar lo que es nuestro, lo que nos constituye como grupo, como comunidad, como especie única e irrepetibl­e, con sus enormes defectos, pero también con sus maravillos­as virtudes. Que el riesgo es real, perceptibl­e, inconfundi­ble.

Hablo del Espanyol, por supuesto.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain