El PP presta un senador a Cs para que tenga grupo propio
Casado se acerca a Arrimadas, a la que ve como una futura aliada
Pablo Casado sigue enviando mensajes a Ciudadanos con la vista puesta en el futuro y con el objetivo de conseguir una colaboración primero institucional y quién sabe si más adelante entre partidos. En el PP prefieren evitar palabras como fusión u opa sobre el partido de Inés Arrimadas aprovechando sus horas bajas, pero sí tienen claro que quieren impulsar para las próximas citas electorales fórmulas como la de España Suma o cualquier otra que aúne esfuerzos.
Si el PP ya intentó en el Congreso que Ciudadanos tuviera un puesto en la Mesa, ayer el comité de dirección, presidido por Casado, dio vía libre a prestar un senador a la formación naranja para que tenga grupo propio en le Cámara Alta y no deba irse al mixto. No eran bastantes sus ocho senadores, todos designados por los parlamentos autonómicos tras las elecciones de mayo, ya que después, en las generales del 10 de noviembre, no logró ni un solo escaño.
El paso del PP es uno más en el acercamiento a Cs, que da ejemplo, según afirman los populares, de que entre el PP y Ciudadanos, entre Pablo Casado e Inés Arrimadas, “hay una interlocución política fluida y una relación muy buena”.
Nada que ver con la que hay entre el PSOE y el PP. Salvo un pequeño saludo en el día de la Constitución, Casado y Pedro Sánchez no han hablado desde las elecciones. El líder popular sigue esperando una llamada de Sánchez, que no le contestó la noche electoral.
Por eso, hoy, cuando Casado sea recibido por el Rey, le dirá que su voto será no y que no facilitará la investidura de Sánchez, porque España se quedaría sin oposición y sin alternativa. El PP sostiene que si pactara con el PSOE, la oposición quedaría en manos de Vox.
Para el PP, es importante ejercer oposición en un momento como el actual, con el PSOE “negociando con quienes quieren destruir España”. En su opinión, PSOE y ERC “negocian en la penumbra” y por ello exige a Sánchez que “dé la cara” y explique “cuántas líneas rojas” está dispuesto a traspasar y “qué va a dar a los separatistas” para ser presidente.
Para el PP, Sánchez ya ha cedido ante ERC al hablar de “conflicto político”, o de “reconocimiento institucional mutuo”, que para el PP es tratar a Catalunya “de igual a igual”, como si se tratara de un Estado. Por este motivo, el vicesecretario de comunicación popular, Pablo Montesinos, preguntó retóricamente ayer a Sánchez si va a tratar a la Generalitat como al Gobierno francés, y a Quim Torra como a Emmanuel Macron o Angela Merkel.
Ante esta situación, Casado comunicará al Rey que no va a “participar de esta subasta de España”, y el PP “liderará la oposición con sentido de Estado y responsabilidad”. Su propósito es estar enfrente del Gobierno de Sánchez y evitar que el Congreso apruebe la reforma de la Constitución que sostiene que pretende y que “la España que entre todos hemos construido, la destruya Sánchez”.
El líder de los populares comunicará hoy al Rey que su voto a Sánchez es y será no