Sordera patológica
Un nuevo informe internacional contra la represión en España, y van sumando. Esta vez ha sido la comisaria del Consejo de Europa, cuya contundente crítica por la “pérdida de derechos y libertades en España” destaca la erosión severa que sufre la democracia española desde que arreció el conflicto catalán. Cabe recordar que el Consejo de Europa reúne a 47 países europeos y tiene como objetivo la defensa de la democracia y de los derechos humanos.
Ha sido este alto organismo el que acaba de criticar duramente la represión de las manifestaciones pacíficas, la restricción del acceso a webs y redes que ofrecen información sobre las protestas, la violencia policial extrema (con una comparativa de España con países como Rusia o Azerbaiyán), el grave uso de pelotas de goma contra manifestantes pacíficos, la persecución de la desobediencia y del derecho de reunión y la erosión de la libertad de expresión. Derechos, todos ellos, que deberían estar severamente protegidos y que, sin embargo, están siendo severamente violentados. También subraya la gravedad de que la violencia policial quede impune. Algunas frases del informe son demoledoras, al estilo de denunciar “las restricciones desproporcionadas del derecho de libertad de reunión pacífica” o la perversión de la ley de Seguridad Ciudadana, que permite al Estado español perseguir incidentes menores por simple desobediencia a la policía, como si fueran delitos graves. Advierte, por ejemplo, que una manifestación pacífica no puede estar sujeta a amenaza de sanciones penales, ni pueden ser perseguidos sus organizadores, y añade: “Estas sanciones innecesarias o desproporcionadamente duras impuestas por actos cometidos durante las asambleas constituyen violaciones al derecho a la libertad de reunión”.
Por si fuera poco contundente, el informe añade que las nuevas leyes españolas han endurecido la legislación contra los derechos de protesta, y que ello incumple los acuerdos de la Comisión de Venecia. Además, recuerda que el año pasado el Consejo ya hizo llegar una carta de aviso al Parlamento español y que la situación no sólo no se ha frenado con la llegada del PSOE al poder, sino que se ha mantenido la tendencia represiva. En suma, se trata de un informe durísimo que debería hacer saltar la alarma roja, tanto de los partidos como de la sociedad en general. Al contrario, España demuestra una sordera patológica que sólo puede denigrarla como democracia. Y ese es el síntoma más preocupante: la tendencia cada vez más aguda de España hacia la vieja autarquía franquista.
Dura crítica europea por la pérdida de derechos y libertades en España